La tranquilidad de la colonia Guadalupe se vio interrumpida la noche de este sábado, cuando el colapso de una marquesina en un domicilio particular provocó una intensa movilización de cuerpos de emergencia y autoridades municipales. El derrumbe dejó a una mujer atrapada bajo los escombros, lo que generó momentos de tensión y alarma entre vecinos.
El accidente ocurrió en la vivienda marcada con el número 104, ubicada en la calle 19 por 38 y 36, cuando parte de la fachada principal cedió repentinamente. La estructura de concreto, deteriorada por el paso de los años y la falta de mantenimiento, se desplomó sin previo aviso sobre la entrada de la casa.
Entre los restos quedó atrapada María “N”, de 37 años, quien sufrió diversas lesiones tras recibir el impacto de bloques y escombros. Vecinos que escucharon el estruendo corrieron de inmediato a auxiliarla, pero el peso de la losa impedía liberarla, por lo que solicitaron ayuda urgente al número de emergencias 911.
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En cuestión de minutos, la zona se llenó de unidades de auxilio. Elementos de Protección Civil, Bomberos Tácticos, Grupo ECRUMCI, Grupo Nova y personal del Colegio de Paramédicos trabajaron de manera coordinada para rescatar a la víctima. Tras una labor cuidadosa para evitar un mayor colapso, lograron liberarla y trasladarla de urgencia a un hospital.
De acuerdo con el reporte médico preliminar, la mujer presentó desprendimiento de piel en el pie izquierdo, además de múltiples golpes y heridas superficiales. Aunque su estado de salud fue reportado como estable, permanecerá bajo observación médica.
Durante el rescate, dos vecinas que presenciaron el accidente entraron en crisis nerviosa y también tuvieron que ser trasladadas a un centro hospitalario para su atención inmediata.
El área fue asegurada por Protección Civil, cuyos especialistas advirtieron que la vivienda presenta alto riesgo de colapso total. Se informó que en los próximos días se realizará una inspección estructural más profunda para determinar si la casa puede seguir siendo habitada o si será necesario su desalojo y reconstrucción parcial.
Por lo pronto, el inmueble quedó acordonado con cinta de peligro y bajo resguardo para evitar que vecinos o curiosos se acerquen y se expongan a un nuevo accidente. Autoridades locales hicieron un llamado a la población para revisar periódicamente el estado de sus viviendas, especialmente aquellas con estructuras antiguas, a fin de prevenir tragedias similares.