
Alegre, conversadora, pero concentrada en ser la mejor, Lucía González de Gante es una de las jóvenes promesas del tenis de mesa yucateco que comienza a labrarse un camino dentro del alto rendimiento.
Con tan solo 9 años, la estudiante de quinto año de primaria se encuentra en Apizaco, Tlaxcala participando en la Olimpiada Nacional 2025 junto con el equipo boxito ante los mejores exponentes de esta disciplina del país.
“Comencé a jugar gracias a mi prima Aranza, me recomendó el tenis de mesa, que era muy bueno, sobre todo que tengo un problemita en mis rodillas qué no me permiten hacer deportes de alto impacto”, comentó al POR ESTO! la atleta.

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Lucy, como le dicen de cariño, fue parte fundamental del equipo de la categoría Sub11 femenil qué se colgó la medalla de plata en esa modalidad, junto con Regina Elías Loeza, Jimena Mireles Cisneros y Ariadne Figueroa Aranda.
“Me gusta mucho el tenis de mesa, siento que cada día soy mejor jugadora y trabajo todos los días para crecer como atleta, los entrenadores son muy buenos conmigo y me enseñan mucho”.
Con la ilusión reflejada en su cara al preguntarle si podíamos entrevistarla, corrió a ver a su mamá que se encontraba en las gradas para pedirle permiso, con una sonrisa su progenitora le dio la autorización y regresó a nosotros contenta a decirnos dónde lo haríamos.
“Esta es la primera vez que participó en un evento de este nivel aunque estuve en el macrorregional, estoy nerviosa, pero en el juego se me quita, solo pienso en cada punto, si pierdo uno voy por el otro, si pierdo el otro, voy por uno más”.

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Lucía es surgida del programa denominado “Escuela Campeona” qué organizan los entrenadores de este deporte junto con la Asociación Yucateca donde se detectan talentos en distintos colegios de Mérida, se les entrena y se hace una Liga para foguerlos e invitarlos a seguir dentro de esta disciplina, lo que se ha convertido en un semillero.
“Entrenamos todos los días hasta dos horas, a veces en la mañana otros días en la tarde, pero siempre hago lo que sea para ir a entrenar, ya que me encanta este deporte”. González de Gante pensó que no podría hacer deporte, puesto que ciertos movimientos le afectan las rodillas, se le traban y ya no puede moverlas, pero esta disciplina le ha dado la oportunidad de realizar deporte sin dañarse”.
“Estoy muy emocionada de ya tener una medalla, pero voy por más al igual que todo el equipo, me llevo muy bien con todas ellas, las quiero mucho, siento que sin ellas no sería mejor”. La competencia es muy dura, las rivales son muy fuertes, creo que entrenan todos los días para ser cada vez mejores, pero sé que les puedo ganar”.