Los Diablos Rojos del México escribieron una página dorada en el centenario de la Liga Mexicana de Béisbol (LMB) al conquistar su título número 18, después de derrotar 7-3 a los Charros de Jalisco en el Estadio Panamericano y firmar su cuarto bicampeonato de la historia.
Con esta victoria, el conjunto capitalino barrió la Serie del Rey y extendió a tres finales consecutivas sin derrota, sumando 14 triunfos seguidos si se consideran los últimos dos juegos del título de 2008 ante Monterrey.
En la votación de la prensa, José Marmolejos fue designado MVP tras un espectacular desempeño: 10 hits en 15 turnos, con 2 cuadrangulares y 3 carreras impulsadas. Su compañero Allen Córdoba también brilló con 7 hits en 16 turnos, 2 jonrones y 8 producidas, siendo clave en momentos decisivos.
Los Diablos cerraron la campaña con marca de 31-5 en temporada regular y 16-2 en playoffs, confirmando que viven su mejor etapa en la historia.
Los escarlatas se han especializado en cerrar las finales con barridas: lo hicieron en 1974 ante Algodoneros, en 2014 frente a Pericos, en 2024 contra Sultanes y ahora en 2025 sobre Charros. Con esta hazaña se convierten en el duodécimo equipo en coronarse tras ir 3-0 en la serie desde 1970.
El lanzador Efraín Contreras se convirtió en el gran protagonista del Juego 4 al dominar durante 4 entradas y dos tercios, permitiendo solo dos hits, otorgando dos bases por bola y ponchando a seis rivales. Nick Vespi, Kevin Gowdy, Jimmy Yacabonis, JC Mejía y Tomohiro Anraku completaron la labor monticular.
Las carreras de los Diablos llegaron gracias a un cuadrangular de José Marmolejos (2 carreras), un doblete de Allen Córdoba (2 carreras), una anotación de Julián Ornelas y dos más por errores defensivos de los Charros. Por los jaliscienses, Willie Calhoun y Dwight Smith Jr. produjeron las tres carreras, incluida una de jonrón de dos anotaciones.
Charros, medio siglo sin título
Para los Charros de Jalisco, la sequía de campeonatos se amplía a 54 años, pese a que en solo dos años desde su regreso ya suman un Campeonato de Zona y tres finales, un registro único en la pelota mexicana.