Con la llegada de diciembre también aparecen los intercambios, posadas, cenas y convivencias laborales, actividades pensadas para fortalecer la convivencia entre compañeros. Sin embargo, no todos disfrutan estas dinámicas y muchas personas se preguntan si es obligatorio participar.
En algunos centros de trabajo, negarse puede generar incomodidades o incluso advertencias. No obstante, la Ley Federal del Trabajo (LFT) es clara: tu participación debe ser totalmente voluntaria.
No pueden descontarte dinero de tu sueldo
La legislación laboral protege el salario de los trabajadores. El artículo 98 de la LFT establece que los empleados pueden disponer libremente de su sueldo, por lo que nadie puede retenerte dinero de forma automática para pagar un intercambio, una posada o cualquier actividad social.
Es decir, no estás obligado a aportar dinero, y cualquier descuento sin autorización sería ilegal.
¿Te pueden obligar a quedarte a la posada del trabajo?
Tampoco pueden exigirte que asistas a convivios si no lo deseas. El artículo 58 de la ley define que la jornada laboral es únicamente el tiempo en el que realizas las funciones para las que fuiste contratado.
Si la posada o convivencia ocurre fuera de ese horario, el artículo 68 refuerza que nadie puede obligarte a trabajar ni permanecer más tiempo del establecido.
Incluso si el festejo se realiza dentro del horario laboral, la asistencia sigue siendo voluntaria, ya que no forma parte directa de tus funciones de trabajo.
Participar es un derecho, no una obligación
La ley protege a los trabajadores ante cualquier intento de presión, sanción o represalia por no participar en actividades de temporada. Los intercambios y convivencias deben ser espacios de convivencia voluntarios, no compromisos forzados.