El expresidente de Francia, Nicolas Sarkozy, fue liberado este lunes 10 de noviembre después de pasar 20 días en la cárcel de La Santé, en París, tras la decisión del Tribunal de Apelación de París, que decretó su libertad bajo control judicial.
El exmandatario, de 70 años, permanecerá en territorio francés y tiene prohibido salir del país o mantener contacto con el ministro de Justicia, Gérard Darmanin, según las condiciones impuestas por la corte.
Sarkozy escuchó el fallo a través de videoconferencia, visiblemente emocionado y nervioso, luego de haber estado en régimen de aislamiento por motivos de seguridad, con dos agentes instalados en la celda contigua para su protección.
Condenado por corrupción y financiación ilegal desde Libia
El exjefe de Estado, que gobernó Francia entre 2007 y 2012, fue condenado en septiembre a cinco años de prisión por corrupción y asociación ilícita, tras ser hallado culpable de permitir que sus colaboradores aceptaran dinero del régimen de Muamar Gadafi para financiar su campaña presidencial de 2007.
Aunque el tribunal no demostró que los fondos se utilizaran directamente en la campaña, determinó que el dinero provenía de Libia, lo que agravó la sanción al considerar la “excepcional gravedad de los hechos”.
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El ingreso inmediato en prisión generó una fuerte polémica política y mediática, al no haberse resuelto aún su recurso de apelación.
“Ha sido duro y extenuante”, reconoce Sarkozy
Durante su comparecencia, Sarkozy describió su estancia en prisión como una experiencia “muy dura y extenuante”. “Ciertamente lo es para cualquier detenido. Quiero agradecer la humanidad excepcional del personal penitenciario, porque han convertido esta pesadilla en algo soportable”, declaró el exmandatario.
Sus abogados habían solicitado la liberación anticipada, argumentando que no existía riesgo de fuga ni posibilidad de manipular pruebas, y que su cliente, por su edad y estado de salud, corría peligro dentro del penal.
Tribunal concede libertad, pero con restricciones
El Tribunal de Apelación de París concedió la libertad solicitada por la defensa, aunque impuso medidas estrictas de vigilancia. La Fiscalía francesa también se mostró favorable a su liberación, siempre que se mantuviera el control judicial.
Con esta decisión, Sarkozy enfrentará el resto del proceso en libertad, mientras su equipo legal continúa con el recurso contra la condena de cinco años por corrupción, una de las causas judiciales más mediáticas que ha enfrentado un exmandatario francés en las últimas décadas.
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