El gobierno de Francia elevó el tono diplomático frente a las recientes declaraciones del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sobre Groenlandia.
El ministro francés de Asuntos Exteriores, Jean-Noël Barrot, dejó claro que la isla “es territorio europeo” y que “pertenece a los groenlandeses”, en respuesta al anuncio de Washington sobre el nombramiento de un enviado especial para ese territorio autónomo que forma parte del Reino de Dinamarca.
Las declaraciones francesas se producen luego de que Trump insistiera en que Groenlandia es “necesaria” para la seguridad nacional estadounidense y tras la designación del gobernador de Luisiana, Jeff Landry, como enviado especial, quien incluso afirmó que sería un “honor” trabajar para que Groenlandia pase a formar parte de Estados Unidos.
Francia y Europa cierran filas por Groenlandia
Barrot criticó abiertamente la postura de Trump y de su nuevo enviado, subrayando que Groenlandia no es un territorio disponible para negociaciones de poder.
Desde la diplomacia francesa se remarcó que cualquier discusión sobre el futuro de la isla debe partir del respeto a la soberanía danesa, la autonomía groenlandesa y los principios del Derecho Internacional.
Estas declaraciones se suman a reacciones previas de otros gobiernos europeos y de la propia Unión Europea, que han reiterado que Groenlandia no está sujeta a decisiones unilaterales de potencias externas.
Groenlandia rechaza ser reducida a un tema de seguridad
El primer ministro de Groenlandia, Jens Frederik Nielsen, reaccionó con firmeza, aunque con un tono sereno. Si bien aseguró que el nombramiento del enviado estadounidense no le genera alarma inmediata, reconoció sentirse “triste” por la narrativa impulsada desde Washington.
Nielsen advirtió que presentar a Groenlandia solo como un asunto de seguridad y poder ignora su realidad como pueblo.
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Recalcó que se trata de una sociedad con historia, cultura, democracia y responsabilidad sobre su propio territorio, y recordó que el derecho a la autodeterminación está plenamente respaldado por el marco jurídico internacional.
Un territorio estratégico en el centro de la tensión geopolítica
Groenlandia ocupa una posición clave en el Ártico, lo que ha despertado el interés estratégico de Estados Unidos desde hace varios años, incluso con insinuaciones pasadas sobre posibles presiones militares.
No obstante, tanto Dinamarca como las autoridades groenlandesas han reiterado que cualquier intento de apropiación es inaceptable.
El respaldo público de Francia refuerza la postura europea de que Groenlandia no es un botín geopolítico, sino un territorio con voz propia, cuyo futuro debe decidirse exclusivamente por su población.
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