La noche de este domingo, se confirmó la muerte del escritor Mario Vargas Llosa a los 89 años de edad, en Lima, Perú.
Galardonado con el Premio Nobel de Literatura en 2010, Vargas Llosa fue una figura central en la narrativa en español del siglo XX y XXI, así como un activo participante del debate político latinoamericano.
Nacido el 28 de marzo de 1936 en Arequipa, el autor de obras como La ciudad y los perros y Conversación en la Catedral dedicó su vida a la literatura, el periodismo y la política.
Su familia informó que no se realizará ninguna ceremonia pública de despedida, mientras que admiradores se han congregado en su casa en el distrito limeño de Barranco para rendirle homenaje.
Instituciones y personalidades del ámbito cultural y político han expresado sus condolencias. La presidenta de Perú, Dina Boluarte, calificó a Vargas Llosa como un “escritor universal” cuyo legado “permanecerá como guía para futuras generaciones”.
La Fundación Gabo, fundada por su otrora amigo y rival Gabriel García Márquez, lo recordó como “maestro de la narrativa en español”.
Figuras políticas como el expresidente uruguayo Luis Lacalle Pou, los colombianos Álvaro Uribe e Iván Duque, y la líder opositora venezolana María Corina Machado, también lamentaron su partida, destacando su influencia en la defensa de la libertad y el pensamiento crítico en América Latina.
Vargas Llosa, quien alguna vez afirmó que escribiría “hasta el último de mis días”, deja una vasta obra que abarca novelas, ensayos, artículos y discursos. Su influencia perdura más allá de sus textos, como símbolo del pensamiento libre y el compromiso intelectual con su tiempo.
IO
