La Oficina de Prensa del Vaticano anunció este lunes que el cuerpo del Papa Francisco, fallecido a los 88 años, podría ser trasladado a la basílica de San Pedro para su exposición pública este miércoles 23 de abril.
Este acto permitirá a fieles de todo el mundo rendirle homenaje al pontífice argentino, cuyo legado ha marcado profundamente la historia reciente de la Iglesia.
El traslado desde la capilla de la residencia de la Casa Santa Marta, donde residía el papa, se confirmará oficialmente tras la primera Congregación General de los Cardenales, que ya se encuentran en Roma para preparar los actos funerarios y definir la fecha del próximo cónclave.
A diferencia de sus predecesores, el papa Francisco estableció cambios importantes en los protocolos funerarios, como se indica en la nueva edición del Ordo Exsequiarum Romani Pontificis.
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Entre las modificaciones más destacadas figura la eliminación del traslado a la capilla del Palacio Apostólico, el uso de un solo ataúd de madera con revestimiento interno de zinc, y la ausencia del tradicional catafalco y báculo papal durante la exposición.
El cuerpo será presentado directamente en el féretro abierto, frente al icónico baldaquino de Bernini en la basílica vaticana.
El rito mantendrá las tradicionales "tres estaciones", pero adaptadas a las decisiones personales del pontífice. Por ejemplo, en la última etapa se suprime el uso de los tres ataúdes —de ciprés, plomo y roble— típicos del sepelio papal.
Estas disposiciones reflejan la visión de sencillez y cercanía que caracterizó el pontificado de Francisco. El Vaticano dará a conocer en las próximas horas más detalles sobre la ceremonia y las fechas oficiales para el funeral y el inicio del proceso de sucesión.
IO
