La Justicia de Argentina autorizó este martes que la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, condenada por corrupción, cumpla su sentencia bajo arresto domiciliario, al considerar su edad —más de 70 años— y motivos de seguridad personal como factores determinantes.
El Tribunal Oral Federal 2 resolvió que la ex mandataria y ex vicepresidenta puede continuar la reclusión en su residencia en Buenos Aires, donde vive con su hija y su nieta.
La medida fue confirmada pocas horas después de que la Corte Suprema de Justicia ratificara la condena a seis años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos, por su implicación en un esquema de fraude al Estado durante su presidencia entre 2007 y 2015.
El fallo establece que Fernández de Kirchner “deberá permanecer en el domicilio fijado” y solo podrá ausentarse en casos de fuerza mayor.
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También se le prohibió realizar actividades que perturben la tranquilidad del vecindario.
La decisión judicial llega en medio de amplias muestras de respaldo de sus seguidores, quienes han insistido en que el proceso fue una persecución política para impedir su participación en elecciones futuras.
Cristina Fernández ha mantenido su inocencia y reiterado que su condena responde a intereses opositores.
El tribunal también tomó en cuenta el intento de atentado que sufrió en 2022 como argumento para evitar su encarcelamiento en una prisión común, priorizando su integridad.
El caso representa un nuevo capítulo en la intensa polarización política de Argentina, donde las figuras del kirchnerismo siguen teniendo un peso importante en el escenario público pese a los procesos judiciales en su contra.
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