
La península de Kamchatka, en el Extremo Oriente ruso, fue sacudida por un "terremoto histórico" de magnitud 8.8, el más potente en 73 años para la región, desatando un tsunami que ha dejado una estela de devastación y puso en alerta a toda la cuenca del Pacífico.
Sin embargo, en medio de la magnitud de la catástrofe, un suceso extraordinario ha capturado la atención: la huida masiva de lobos marinos del mar, un comportamiento que, según expertos, podría haber sido una señal premonitoria de la inminente llegada de las gigantescas olas.
Este inusual fenómeno natural ha añadido una capa de asombro y reflexión sobre las complejas interacciones entre la vida silvestre y los eventos geológicos extremos.
El terremoto histórico
El sismo, que golpeó a las 23:25 GMT del martes, se sintió con fuerza a lo largo de la costa de Kamchatka, con su epicentro generando inmediatamente una serie de potentes tsunamis.
La isla Paramushir y, de manera más crítica, la ciudad de Severo-Kurilsk, sufrieron los impactos más severos. Cuatro olas devastadoras avanzaron hasta 200 metros tierra adentro, inundando infraestructuras críticas como una fábrica de mariscos y dejando contenedores a la deriva.
Las autoridades rusas han iniciado una exhaustiva evaluación de los daños materiales y económicos, mientras la población se mantiene en vilo ante las más de 30 réplicas registradas, algunas de hasta magnitud 5.
Este evento trae a la memoria el catastrófico terremoto de 1952, de magnitud 9, que también provocó tsunamis devastadores en la zona, subrayando la vulnerabilidad de la región a estos fenómenos naturales extremos.
La advertencia silenciosa de la naturaleza
Minutos antes de que las primeras olas del tsunami golpearan las costas, videos que circulan en redes sociales y medios locales, como uno en el que se muestran a cientos de lobos marinos que abandonan la costa, para ingresar a las aguas del océano.
Este comportamiento, rara vez documentado con tanta claridad en el contexto de un evento sísmico de tal magnitud, sugiere una sensibilidad innata de la fauna marina a las perturbaciones sísmicas o las variaciones en la presión del agua que preceden a un tsunami.
Impacto regional y alertas en el Pacífico
En América Latina, naciones como México y Colombia emitieron alertas de tsunami, con llamados a la evacuación preventiva de playas y zonas costeras, un reflejo de la interconexión global ante desastres naturales.
Afortunadamente, a pesar de los extensos daños materiales en viviendas y comercios en Kamchatka, hasta el momento no se han reportado víctimas mortales, lo que resalta la efectividad de los sistemas de alerta temprana y la respuesta de las comunidades ante la amenaza.
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