La presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, junto a miembros de su gabinete, expresó este viernes desde Palacio Nacional un firme rechazo a la propuesta presentada por legisladores republicanos en la Cámara de Representantes de Estados Unidos que pretende imponer un impuesto del 5 por ciento a las remesas enviadas por migrantes, incluyendo mexicanos, a sus países de origen.
Durante su conferencia matutina, Sheinbaum calificó la medida como discriminatoria y violatoria del tratado bilateral para evitar la doble tributación entre México y Estados Unidos, vigente desde 1994.
“Es un impuesto injusto que afectaría a quienes ya pagan impuestos y que representan un apoyo vital para millones de familias en nuestro país”, declaró.
El secretario de Hacienda, Edgar Amador, explicó que las remesas mexicanas alcanzaron en 2024 los 84 mil 700 millones de dólares, lo que equivale al 3.5 por ciento del PIB nacional.
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Aclaró que estos fondos ya fueron gravados en Estados Unidos y que aplicar un nuevo impuesto implicaría una doble tributación, lo cual sería ilegal bajo el artículo 25 del tratado fiscal.
Por su parte, el canciller Juan Ramón de la Fuente detalló que el impuesto se incluye en un segmento del proyecto presupuestario que aún debe ser aprobado por el pleno de la Cámara de Representantes y posteriormente por el Senado.
México ya envió una carta formal de protesta, firmada por el embajador Esteban Moctezuma y Roberto Velasco, jefe de la Unidad para América del Norte.
Velasco señaló que el impuesto afectaría incluso a residentes legales y titulares de visas de trabajo, no solo a personas sin documentos, lo que agrava su carácter discriminatorio.
Sheinbaum informó que México continuará con acciones diplomáticas, incluyendo reuniones del embajador con congresistas estadounidenses y organizaciones de migrantes.
“También alentamos a nuestros connacionales a enviar cartas y mensajes a sus representantes”, dijo. “Esto no solo afecta a México, sino a todos los países receptores de remesas”.
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