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Opinión

Huracanes explosivos: Milton

La rápida formación de Milton cerca de la Península de Yucatán en octubre de 2024 puso en tensión y pánico a todo la entidad y el Norte de Campeche.
Huracanes explosivos: Milton
Huracanes explosivos: Milton

Con el cambio climático que nos afecta a todo el mundo, producto del calentamiento global, ha surgido una modificación muy importante en el comportamiento del desarrollo de los ciclones en el mundo, debido principalmente al calentamiento de los océanos, que están alcanzando niveles muy por encima del promedio de su temperatura, haciéndolos prácticamente tinas de agua caliente.

La energía cinética liberada del paso del estado líquido al gaseoso que aportan los océanos a la atmósfera cuando están más calientes de lo normal, crea un ambiente propicio para que los ciclones tropicales crezcan si las condiciones atmosféricas están conducentes a niveles importantes y en cortos tiempos jamás vistos en la historia de los huracanes tropicales del mundo, alcanzando rápidamente y en corto tiempo categorías máximas, que en este caso sería la cinco de la escala destructiva Saffir-Simpson. Estos poderosos monstruos meteorológicos a que dan lugar, desgraciadamente no pueden hoy día ser pronosticados por ningún modelo matemático, pese a la alta tecnología con que hoy cuentan los científicos e instituciones y agencias del tiempo a nivel mundial.

Ejemplo de este tipo de ciclones tropicales para México fue en el año 2023, el huracán Otis, de categoría cinco, que tuvo una rápida intensificación debido a las aguas calientes, muy por encima del promedio y a las condiciones atmosféricas ideales, en menos de 12 horas paso de categoría uno en la escala Saffir-Simpson a un huracán categoría cinco y aunque era compacto y sus vientos huracanados no avanzaban mucho de su centro, a 12 km de distancia, al ingresar a la bahía de Acapulco fue más que suficiente para destruir toda la zona de este puerto turístico y es que al aporrearse con la Sierra Madre del Sur, que rodea este puerto, se debilitó rápidamente. Fueron pocas horas de afectación, pero causó muerte y destrucción.

Esta temporada las aguas oceánicas del Golfo de México, mar Caribe y Atlántico están muy por encima del promedio en sus temperaturas oceánicas, y aunque ya había posibilidad de que se formara un huracán de rápida intensificación en la zona, el primero que lo hizo fue Beryl en el Océano Atlántico, muy cerca del Centro y Sur de las Antillas Menores, a las que afectó como un poderoso ciclón categoría cinco. Después de causar muerte y destrucción en estas islas se encaminó al mar Caribe, apuntando a la Península de Yucatán, pero en el camino el aire seco y cortante disminuyó su fuerza, pero fue un huracán de rápida intensificación, explosiva, como han dicho algunos meteorólogos.

El huracán Milton, en el Golfo de México, también se intensificó de forma explosiva la mañana del lunes 7 de octubre, su movimiento errático hacia la Península de Yucatán puso en tensión y pánico a todo la entidad y el Norte de Campeche, donde las autoridades tomaron medidas de emergencia para la preparación extrema del caso, ya que nadie se esperaba esa situación y como les dije,  no se puede predecir pero afortunadamente situaciones propias del huracán Milton en cuanto a su desarrollo y condiciones atmosféricas que se dieron, nos dimos una salvada del tamaño de la catedral a la costa y Norte del estado de Yucatán en el momento de su máxima intensidad, un cambio de ojo lo desconfiguro y mandó su energía 30 kilómetros más al Norte de lo marcado por el cono de incertidumbre, además de un cambio valiosísimo en su dirección de trayectoria hacia el Este tirando al Noreste, porque venia Este y Sureste franco y estas últimas situaciones que se dieron evitaron una tragedia de mayores proporciones. Tal vez otras fueran estas líneas que estamos escribiendo en este artículo, pero la temporada que vivimos de un mes de octubre hiperactivo y mucho me temo que las emociones para los yucatecos en esta temporada de Ciclones Tropicales 2025 será intensa.

Ante este panorama lo único que nos queda es estar preparados, no hay de otra, y dejar la cultura del menosprecio porque ahora hasta una depresión tropical o tormenta tropical débil nos pueden dejar descomunales cantidades de lluvia jamás vistas, como lo hizo Cristóbal en junio del 2020.

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