Por Lino Sarmiento
Taxistas y concesionarios de Maya Caribe consideraron que con el COVID-19 se está satanizando ese servicio, al mismo tiempo que las autoridades del Instituto de Movilidad de Quintana Roo (Imoveqroo) mantienen operativos que tienen en jaque a sus operadores.
Erasmo Abelar, líder del gremio taxista dijo que actualmente son ocho mil 860 socios de los cuales cinco mil unidades se encuentran detenidas por la pandemia y los pocos que circulan apenas sacan para el día.
Consideró que innecesario que las autoridades sigan aplicando multas, ya que todo esto lesiona aún más la ya de por si escasa economía de los trabajadores del volante.
“La ley no estipula que en una contingencia como esta se deben aplicar sanciones y multas”, subrayó durante una reunión virtual con autoridades y empresarios del transporte.
Ante esta observación, Jorge Pérez, director del Instituto de Movilidad de Quintana Roo, señaló que se tiene que hacer cumplir los protocolos para protección de la ciudadanía.
Indicó que en lo que va del año han realizado 11 mil 267 inspecciones a unidades, de las que ocho mil 596 fueron durante la pandemia, de estas 212 derivaron en multas, 111 incumplir protocolos de salud, de estas 76 por sobre cupo y 35 en Cancún por incumplir algún protocolo respecto al COVID-19.
El funcionario destacó que apenas cuenta con 30 inspectores, lo cual es insuficiente, y que recientemente sufrieron un ataque en el que le quemaron dos patrullas en Cancún, de los cual se deslindaron los transportistas.
Precisó que las multas y sanciones que se aplican van de los 13 mil a 60 mil pesos por falta de documentos; de dos mil 250 a 13 mil pesos por exceder el cupo permitido, aunque tienen posibilidad de allanarse antes de 10 días y obtener 40% de descuento.
Los directivos de Autocar y Turicun, Santiago Carrillo y Vicente Noya, respectivamente, propusieron una intensa campaña de concienciación entre la ciudadanía y operadores en algunas de las unidades de transporte.
Indicaron que como empresarios realizan un gran esfuerzo por mantener la operación, sin embargo, el mayor reto ha sido sostener el abasto de combustible y el sueldo para operadores.