La macroalga sigue invadiendo las playas de la entidad. De acuerdo con la última actualización de la Red de Monitoreo del Sargazo de Quintana Roo, 95 playas de la zona norte registraban presencia del residuo marino, un ejemplo de esto es Playa Gaviota Azul, conocida como “Forum”, que cubría gran parte de la orilla, lo que obligó a los bañistas a concentrarse en la zona rocosa.
De los 100 sitios monitoreados en la última actualización, 25 presentaban niveles excesivos, mientras que otras 30 se encontraban en categoría abundante y 15 más en moderada, lo que confirma la severidad de este problema ambiental. Sólo cinco playas estaban libres de talofita, una cifra que refleja el alcance que ha tenido esta marea marrón sobre la zona costera del Caribe Mexicano.
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Los litorales limpios son Isla Contoy, Cabo Catoche, Punta Mosquito, Holbox ferry y Chiquilá, mientras que arenales como, El Recodo, Gaviota Azul, Coral, Punta Piedra y Puerto Morelos Norte fueron parte de las consideradas con sargazo excesivo,
Cancún, Isla Mujeres, Playa del Carmen, Cozumel, Tulum y otros puntos de la Riviera Maya son los más afectados por esta temporada, impulsada por vientos provenientes del este-sureste con velocidades de entre 20 y 30 kilómetros por hora (km/h). Esta dirección del viento, señalada en el reporte como de 130° ESE, favorece la acumulación del alga en la costa, sobre todo en Punta Cancún y las playas Marlín, Delfines y Coral, así como el Moon Palace y Puerto Morelos.
El oleaje, que ronda el metro de altura, también contribuye a que la macroalga se fragmente y disperse rápidamente en zonas de baño, volviendo más difícil su recolección manual. En playas como Punta Esmeralda, Mamitas y Xcacel se han formado verdaderas barreras de algas en descomposición que afectan no sólo el paisaje, sino también el olor y la calidad del agua.
Las autoridades municipales han intensificado los trabajos de limpieza, pero el volumen actual rebasa la capacidad operativa. En muchos arenales, la talofita se acumula desde temprano por la mañana, y aunque se retira durante el día, vuelve a llegar por la noche. Este ciclo diario ha provocado molestia entre prestadores de servicios turísticos y visitantes, quienes afirman que la situación lleva semanas sin mejorar.
Además del impacto visual y ambiental, la llegada masiva del residuo marino afecta la actividad turística, especialmente en zonas donde los hoteles y clubes dependen de la limpieza constante para garantizar la experiencia de sus huéspedes.