
Ganaderos de Quintana Roo advierten que la entrega de kits para atender casos activos de gusano barrenador y prevenir nuevos brotes ha sido lenta e insuficiente, lo que los obliga a costear tratamientos por su cuenta.
“Nos dicen que los apoyos vienen en camino, pero mientras tanto, cada día que pasa sin insumos es un riesgo de perder animales y dinero”, expresó Juvencio García.
“La ganadería de Quintana Roo enfrenta un enemigo silencioso pero devastador: el gusano barrenador del ganado”, indicó su dirigente, Carlos Rodríguez García.

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Agregó que, hasta el 26 de septiembre de 2025, la Unión Ganadera Regional (UGR) reportó 136 casos confirmados en el estado, lo que representa poco más del 1% de un hato de 132 mil cabezas.
Sostuvo que, aunque la cifra parece baja, los productores advierten que, sin acciones contundentes la plaga puede crecer rápidamente y alcanzar también a los humanos.
“Más allá de la liberación de insectos estériles, los productores reclaman el cumplimiento de apoyos estatales”, aseguró.
El dirigente de los ganaderos señaló que el Gobierno de Quintana Roo prometió entregar paquetes de prevención con medicamentos y herramientas para atender casos activos y prevenir nuevos brotes.
Dichos kits incluyen Negasunt, Ivermectina, jeringas, agujas y mosquicidas, insumos básicos para curar heridas y evitar la propagación, explicó.

Voces desde el campo
Para Pedro Iván Cab Novelo, representante de la Asociación Ganadera local de Lázaro Cárdenas, los esfuerzos comunitarios han sido clave: “Cada caso que aparece no sólo se atiende de inmediato, también se activa un plan de prevención para todo el hato”, explicó.
Reveló que esto les ha permitido contener el problema, aunque aclaró que sin el respaldo total del Gobierno será difícil mantener el control.
Rogaciana Cupul, ganadera de Kantunilkín, añadió: “Los medicamentos son caros y no alcanzan; si no llegan los apoyos, muchos pequeños productores quedaremos en la quiebra”.

Un productor de Felipe Carrillo Puerto fue tajante: “El gusano barrenador no espera a la burocracia. O el Gobierno actúa ya, o veremos un problema mayor antes de fin de año”.
El doctor Luis Méndez, veterinario especialista en parasitología animal dijo que la TIE es una herramienta probada, pero tarda meses en mostrar resultados.
“Si no se combina con atención inmediata en campo -curación, medicamentos y control de vectores- el brote puede resurgir con fuerza”, recalcó.
La maestra Verónica Poot, investigadora en desarrollo rural, expresó que el principal riesgo es económico, ya que un solo brote puede diezmar el ingreso de comunidades enteras que dependen de unas pocas cabezas de ganado.
Mientras ocurre esta situación, las autoridades federales ya informaron que la entrega de moscas estériles en Quintana Roo se retrasará hasta el 2026.
En palabras de Luis Méndez, veterinario especialista en parasitología animal, esta acción representa “una medida de largo plazo, pero la más efectiva para garantizar un control total de la plaga”.
Como parte de las medidas de contención, la Técnica del Insecto Estéril (TIE) se ha convertido en la principal apuesta. La estrategia consiste en liberar machos de mosca Cochliomyia hominivorax previamente esterilizados con radiación.
Dado que las hembras de esta especie sólo se aparean una vez en su vida, al copular con un macho estéril no logran reproducirse, lo que reduce progresivamente la población fértil hasta llevarla a la erradicación.