Durante el primer fin de semana de diciembre, las playas recibieron a casi 2 mil bañistas que disfrutaron un día agradable junto a familiares y amistades.
De acuerdo con lo observado durante un recorrido por los principales arenales de este polo, visitantes aprovecharon la soleada tarde de ayer mientras se sumergían en las aguas cristalinas del Caribe Mexicano.
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Playa Delfines figura entre las predilectas de los viajeros internacionales por sus atractivos. Tracy y su pareja Michael, originarios de Idaho, Estados Unidos, explicaron que en esta época del año su estado es demasiado frío y por ello buscan destinos cálidos como las costas mexicanas.
“Cuando nos conocimos en la preparatoria decidimos viajar por primera vez a México y quedamos fascinados. Ahora celebramos cada fin de año en Cancún”, relataron.
Alrededor de 600 personas acudieron a esta zona icónica desde temprano. Con hieleras, sombrillas y mantas, muchos se dispusieron a disfrutar del día, aprovechando un mar sereno tras el oleaje fuerte y las rachas de viento registradas el sábado pasado, debido a condiciones meteorológicas adversas.
En Playa Marlín se contabilizaron cerca de 450 bañistas. La calidad de la arena y las instalaciones presenta buen estado. Guardavidas de Protección Civil informaron que no se reportaron incidentes graves, salvo algún visitante bajo los efectos del alcohol o nadadores que rebasan los límites seguros.
Las familias mexicanas también eligen los balnearios por su belleza natural. Playa Tortugas, muy apreciada por los locales, recibió más de 500 personas. Muchos provenían de otros estados y viajaron por carretera, como la familia Briz Gómez, que recorrió más de mil 600 kilómetros desde Hidalgo para mostrar el mar a sus hijos. Optaron por este sitio por su accesibilidad y variedad de restaurantes.
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“Para nosotros, verlos felices no tiene precio. Para la pequeña fue algo mágico porque nunca había visto el océano. Nos pide venir aunque sea un rato”, comentaron.
Los vacacionistas disfrutaron de las bondades del Caribe Mexicano, un destino que permanece entre los favoritos, tanto de quienes lo conocen como de los que se animan por primera vez a contemplar la inmensidad marina.