La erosión afecta al sector marítimo e infraestructura turística en Playa del Carmen; el punto más crítico es El Recodo, justo cuando las actividades comienzan a reanudarse tras el cierre del puerto, señalaron prestadores de servicios.
Comentaron que en dicha zona, el oleaje provocó la pérdida total de arena. El mar golpea de manera directa la base de hoteles y otras construcciones, evidenciando un deterioro acelerado de la franja costera.
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La ausencia total de litoral en este tramo impide el arribo de embarcaciones pequeñas y complica la seguridad de turistas y trabajadores, quienes deben extremar precauciones ante el fuerte oleaje.
De acuerdo con lo observado durante un recorrido por distintos puntos de la costa se observa cómo la línea de playa retrocedió, dejando al descubierto estructuras que antes se encontraban protegidas por amplias franjas de arena.
Los cooperativistas advirtieron que la erosión es un problema recurrente durante los últimos meses.
Enfatizaron que no se trata de un fenómeno aislado, sino de un proceso constante que reduce de manera visible la extensión de varias playas, afectando tanto la imagen del destino como las condiciones para el desarrollo de actividades acuáticas.
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Prestadores de servicios marítimos coincidieron en que, si bien la temporada decembrina trajo un incremento en la demanda, la erosión limita el aprovechamiento total de esta recuperación.
De acuerdo con José Gómez Burgos, secretario general de la cooperativa “Mar Caribe”, las actividades del sector se reanudaron desde el pasado 15 de diciembre, luego de un periodo complicado por las condiciones del mar. No obstante, el 22 el puerto fue cerrado de forma preventiva, lo que frenó nuevamente la operación. Actualmente, operan entre un 70 y 80 por ciento de su capacidad, con la expectativa de que la cifra aumente conforme el clima lo permita.