Dos jóvenes resultaron con diversas lesiones y heridas en el cuerpo, luego de protagonizar dos accidentes matutinos que movilizaron a elementos de tránsito y servicios médicos a distintos puntos de Chetumal.
El primer incidente se registró cerca de las diez de la mañana sobre la intersección de las calles Lombardo Toledano y Emilio Portes Gil, en la colonia Miraflores, al poniente de la ciudad.
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Testigos señalaron que el accidente sucedió cuando el taxi con el económico 1228 no respetó el alto obligatorio en la avenida Lombardo Toledano, a la par de que un motociclista de aproximadamente 22 años intentaba cruzar dicha arteria.
Por lo que el motoconductor resultó expulsado de su unidad, atestando de manera violenta contra el pavimento. En consecuencia, el agraviado resultó aparentemente fracturado de su brazo derecho, mismo que habría amortiguado el golpe.
El incidente llamó la atención de los demás conductores y transeúntes, quienes descendieron de sus respectivas unidades para socorrer el agraviado, el cual yacía tendido en medio de la carretera.
Más tarde, al lugar de los hechos arribaron elementos de tránsito pertenecientes a la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), así como paramédicos de la ambulancia de Urgencias Avanzadas quienes trasladaron al joven conductor al centro médico más cercano para recibir atención médica especializada.
Más tarde, cerca de las doce de la tarde un nuevo percance movilizó a los elementos de seguridad al cruce de las avenidas Nizuc y Reforma Agraria, en la colonia Solidaridad.
En ese sentido, los presentes señalaron que un presunto menor de edad chocó contra la barda de un domicilio particular tras haber perdido el control de su unidad y chocar contra un motorepartidor.
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El incidente terminó con saldo blanco, no obstante, el conductor se vio emocionalmente abrumado a la par de que expresaba un agudo dolor en el cuello, consecuencia del impacto.
Asimismo, la unidad, identificada como un Toyota Yaris color plata, obtuvo daños menores en la cabina, área donde recibió el impacto.
La madre del menor de edad habría acudido al lugar de los hechos para fungir como mediadora entre las dos partes agraviadas, por lo que tras el intercambio de diálogo tanto el mortorepartidor como el dueño del domicilio llegaron un acuerdo amistoso con el responsable.
