
El fiscal general del estado, Raciel López Salazar, informó este lunes que el caso del menor señalado por la muerte de su padre el pasado 20 de julio no se trata de un parricidio, sino de un lamentable accidente ocurrido en un contexto de violencia familiar.
De acuerdo con el titular de la Fiscalía General del Estado (FGE), los hechos ocurrieron cuando el adolescente se encontraba preparando alimentos en su domicilio. En ese momento, escuchó los gritos de auxilio de su madrastra, quien estaba siendo golpeada por su padre biológico. Al acudir para intervenir y protegerla, llevaba consigo un cuchillo de cocina que estaba utilizando en ese momento.

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El fiscal explicó que el padre del menor, en estado de ebriedad y con una actitud violenta, le ordenó alejarse y comenzó a agredirlo físicamente. En medio del forcejeo entre ambos, el hombre cayó desde el primer nivel de la vivienda. En la caída, se habría incrustado el cuchillo accidentalmente en la zona del cuello. Gravemente herido, aún logró levantarse y caminar hacia la entrada del fraccionamiento para pedir ayuda, pero falleció poco después en el lugar.
“El joven no huyó, permaneció en el sitio y en todo momento mostró disposición de colaborar con las autoridades. Es su padre, y lamentablemente fue una tragedia”, puntualizó López Salazar.

Tras el incidente, el menor fue puesto a disposición de la Fiscalía de Adolescentes para esclarecer los hechos. Sin embargo, las investigaciones determinaron que existía una excluyente de responsabilidad penal, ya que actuó en defensa de su madrastra y de su propia integridad.
“Este no es un caso de parricidio. Fue un acto de defensa y un accidente trágico. El joven ya se encuentra en libertad, reintegrado a su núcleo familiar”, concluyó el fiscal.
La FGE reiteró su compromiso de procurar justicia con perspectiva de niñez y derechos humanos, especialmente en situaciones donde los menores se ven envueltos en contextos de violencia intrafamiliar.