A pesar de que ya transcurrieron varios días desde que ocurrió la muerte de un jaguar de ocho años de edad en el zoológico La Reina de Tizimín, las autoridades municipales aún no han emitido un informe detallado de lo que ocasionó este fallecimiento, y hasta el momento se tiene información muy escueta en torno a este grave suceso, toda vez que se trata de una especie en peligro de extinción.
Presuntamente, se levantó un acta ante la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), indicándose que se trató de una muerte por enfermedad, pero según trascendió, se está realizando una indagatoria para determinar las condiciones exactas en que ocurrió el fallecimiento de este animal, que era consentido de los visitantes.
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Cabe recordar que hace casi año y medio, en mayo del 2024 y en este mismo zoológico, un jaguar negro sufrió una lesión en una pata, ya que lo agredió una hembra con la que había planes de reproducción El felino tuvo que ser llevado de urgencia días después al parque del Centenario, en Mérida, en donde se le amputó la extremidad, pues estaba en mal estado, pues no recibió los tratamientos adecuados. Los veterinarios de la capital yucateca reportaron los hechos a la Profepa, ya que los trabajadores de La Reina no lo hicieron. Dicho ejemplar había sido llevado a Tizimín hacía apenas un mes.
En el caso del jaguar recientemente fallecido, fue llevado a La Reina desde Xcaret para su reproducción. Arribó en el mes de abril, y cinco meses después perdió la vida.
Al ser cuestionado al respecto, personal del Ayuntamiento de Tizimín prefirió no dar información alguna, argumentando que por recomendación de la Profepa no deben emitir testimonios ni explicación alguna hasta no contar con el veredicto oficial del deceso del animal, el cual debe ser otorgado por esa dependencia.
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Asimismo, descartaron las versiones que han circulado en redes sociales, en donde se menciona que la dependencia federal ha abierto una carpeta de investigación en contra de las autoridades locales, por un presunto mal tratamiento de la salud del jaguar.
Lo único que se comentó fue que todo está en orden, pues el personal de la Profepa, desde la llegada del felino al zoológico, le ha dado seguimiento a su salud con visitas constantes, conscientes de que recién provenía de un rescate y que, por tanto, contaba con algunas afecciones, por lo que su muerte no podría ser considerada una negligencia.