
La captura excesiva del mero, el pulpo y la langosta, la desaparición de arrecifes, la contaminación del agua, la eliminación de plancton y el aumento de embarcaciones dedicadas a la pesca, son los principales factores que están contribuyendo a la disminución de estas especies marinas.
Juan Can, un marinero, comentó que el nivel de pesca empezó a reducir notablemente cuando se empezaron a utilizar sistemas de localización para especies, ya que muchos buzos comenzaron a saquear los mismos lugares sin parar a lo largo de los años, interrumpiendo sus ciclos reproductivos y depredándolos.
El hombre de mar también señaló que muchos de los pescadores provienen de otros estados como Tabasco, Campeche y Veracruz, así como de otros puertos de Yucatán y comisarías de Tizimín y Panabá.
“Ellos vienen, capturan la escama durante meses sin parar y luego se van”, expresó el marinero.

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Incremento de naves
Durante el transcurso del tiempo ha incrementado el número de permisos de captura y embarcaciones de pesca, siendo que el aumento más significativo se ha dado desde el 2021 hasta la actualidad.
Se estima que sólo para la temporada de captura del mero se entregan 5 mil 500 permisos a navíos de toda la costa yucateca.
Sólo en la cooperativa de Pescadores Unidos de San Felipe se contaban antes con 90 lanchas, pero ahora sobrepasan las mil, situación que se replica en Río Lagartos y El Cuyo.
Esta situación causa incertidumbre en el sector pesquero y pone en riesgo la sostenibilidad de la actividad en los próximos años de seguir en este ritmo, ya que miles de personas que viven de esta labor se verían severamente afectadas económicamente.

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Especies en peligro
En la región se capturan 735 especies de 83 fichas informativas o pesquerías, de las cuales 52 son aprovechadas a su máxima capacidad.
El pulpo, el mero y la langosta son especies sobreexplotadas cuya desaparición podría tener consecuencias graves desde el punto de vista ambiental, dado que la reducción o pérdida de fauna marina tendría efectos adversos en los ecosistemas.
Barcos pesqueros del puerto de Progreso que se dedican a la captura de langosta tiran 100 trampas por 30 barcos, lo que ha provocado que la fauna se aleje de la costa.
Asimismo, los barcos cubanos en aguas mexicanas manejan lanchas con palangres de mil anzuelos con los que pueden capturar hasta 300 o 500 kilos de mero, lo que depreda la escama, ya que muchas veces no respetan la veda o cazan ejemplares muy pequeños que no han llegado a la etapa reproductiva.