
El Proyecto Santa María, reconocida organización enfocada en el rescate y rehabilitación de loros silvestres en Yucatán, reveló el lamentable caso de Lorenzo, un loro frente blanca (Amazona albifrons), que como consecuencia de la vida en cautiverio, se automutiló las plumas y sufrió de coprografia, la práctica de comer su propio excremento.
"¿Qué tendría que haber pasado por la cabeza de este loro para que en su desesperación llegara al punto de automutilarse las plumas de esta manera?", cuestionó en redes sociales la asociación. El PSM denunció que en los casos de loros afectados el factor principal no siempre es el económico, sino la indiferencia y el maltrato.
"Tanto en lujosas residencias como en predios de zonas populares o rurales se ven casos de loros en muy malas condiciones que son abandonados a su suerte con una pésima dieta de semillas de girasol", informó la agrupación. Lorenzo ya se encuentra sujeto a un proceso de rehabilitación para corregir su conducta y buscar su bienestar.

Noticia Destacada
Crueldad animal en Yucatán: decoloran loros para hacerlos más valiosos en el mercado ilegal
Piden aumento de las penas para traficantes
A través del mismo medio, la iniciativa, con sede en Hunucmá, explicó que es necesario el aumento de la pena mínima referida el artículo 420 del Código Penal Federal en su fracción IV, para que quien trafique con loros silvestres, enfrente tres años de prisión, como mínimo, en lugar de uno solo.
Se prevé que en caso de implementarse, la medida eliminaría beneficios, garantizaría sanciones e incluso podría inhibir la tenencia, el transporte y el comercio de estas y otras especies de fauna silvestre protegida. El proyecto remarcó la necesidad de evitar el robo de polluelos, lo que representaría una solución de fondo para la recuperación de las emblemáticas aves.