
El loro yucateco es una de las aves que más se ha comercializado en tiempos recientes, a pesar de ser una especie cuyo número poblacional está descendiendo drásticamente debido a su tráfico ilegal.
El loro yucateco (Amazona xantholora) está catalogado como especie amenazada (A) por la NOM-059 de México y como preocupación menor (LC) por la lista roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN), por lo que su captura es considerada un delito.
Es estos meses que muchas personas rastrean los nidos de estas aves, ya que es cuando los huevos empiezan a eclosionar, momento que los humanos aprovechan para agarrar a los polluelos y proceder a venderlos.
Las personas dedicadas a comercializar de manera ilegal loros los venden en precios que van desde los mil pesos, dependiendo del estado del ejemplar.
El hecho de que los polluelos sean retirados a la fuerza de sus nidos, incrementa el índice de muerte de los ejemplares, ya que nueve de cada 10 loros fallecen por un fallido proceso de adaptación al entorno, al no ser alimentado por la madre, según expresó el biólogo ambiental Juan Meneses.
El especialista comentó que varias de estas aves no mueren sólo en el período de adaptación, sino que muchos terminan enjaulados, limitados a un espacio pequeño que merma su salud y acorta su vida.
Meneses pidió que se deje de comprar a este ejemplar para que la especie deje de estar en peligro y sus números puedan aumentar. “En esta parte del estado es muy común la comercialización de esta ave ya que muchas familias la compran como mascota.
Desgraciadamente la ley es muy flexible y no existen castigos severos a quienes lucran con los loros”, dijo el biólogo.
Agregó que la Ley General de Vida Silvestre establece sanciones que están entre 300 y 3 mil días de salario lo que se traduce en aproximadamente 600 mil pesos, además se puede imponer prisión de uno a nueve años.
El biólogo explico que la principal amenaza del loro yucateco es el ser humano, al igual que los incendios y la quema intencional de terrenos. Este tipo de acciones son mortales para los polluelos que se encuentran incapacitados para volar.
“Cada año muere una cantidad incontable de estos ejemplares, la mayoría en su etapa de desarrollo más temprana, ya que las quemas y la captura ilegal acaban con sus vidas”, dijo el especialista.