La celebración del Día de los Santos Inocentes tiene un profundo significado religioso que con frecuencia es malinterpretado por la tradición popular, señaló el padre Jorge Martínez Ruz, vocero de la Arquidiócesis de Yucatán, al señalar que no se trata de una fecha para hacer bromas, sino para reflexionar sobre la protección de los más vulnerables, en especial de la niñez.
El sacerdote explicó que, desde la liturgia y el santoral de la Iglesia Católica, los santos inocentes son los niños que murieron a causa de la persecución ordenada por el rey Herodes, quien buscaba eliminar a Jesús tras las profecías que lo anunciaban como rey. “Son considerados inocentes porque derramaron su sangre por Cristo; son mártires que no tenían conciencia de lo que ocurría, apenas eran niños”, precisó.
Noticia Destacada
Santos Inocentes: Iglesia campechana pide orar por niños víctimas de violencia
El sacerdote recordó que con el paso del tiempo el concepto de “inocentes” ha sido distorsionado, asociándose erróneamente con la ingenuidad o credulidad, lo que ha dado pie a la realización de bromas que poco tienen que ver con el sentido original de la celebración. “La verdadera intención de este día es pedir por todos aquellos que son inocentes en nuestros tiempos: los niños, quienes sufren, las personas con menos recursos”, subrayó.
El padre Jorge Martínez recordó que este año la festividad de los Santos Inocentes no se celebrará de manera litúrgica, ya que el 28 de diciembre coincide con el primer domingo de Navidad, fecha en la que la Iglesia celebra a la Sagrada Familia. Por eso, durante las misas no se incluirán las lecturas ni oraciones propias de los Santos Inocentes, aunque su memoria se mantiene viva en el santoral y en la piedad popular.
Noticia Destacada
"Inocente palomita que te dejaste engañar”: ¿Por qué se hacen bromas el 28 de diciembre, Día de los Inocentes?
Finalmente, el vocero de la Arquidiócesis hizo un llamado a vivir estos días aún dentro del tiempo navideño, fortaleciendo los valores de fraternidad, unidad y amor, y promover de manera especial el valor de la vida y de la infancia. “No es un día para hacer bromas, sino para orar por nuestras infancias, cuidarlas, protegerlas y evitar cualquier forma de violencia o injusticia contra los más pequeños”, concluyó.