Durante las 24 horas, dos casos de extorsión telefónica fueron atendidos por elementos de la Policía Municipal. En uno de ellos, la víctima depositó 9 mil pesos, mientras que en el segundo hecho la oportuna intervención de las autoridades evitó que un hombre entregara 5 mil pesos exigidos por delincuentes que simulaban un secuestro virtual.
El primer caso involucró a Santiago Matos Quiroz, quien reportó que el pasado 20 de noviembre le robaron su motocicleta Honda CGL 125, color rojo, placas VC5P de Quintana Roo, en la calle 50 con 63. Tras difundir el hurto en redes sociales y dejar su número telefónico, fue contactado desde el número +57 312 279 7505, desde donde le aseguraron tener información sobre la recuperación del vehículo.
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Los extorsionadores le exigieron primero un depósito de 2 mil pesos mediante una tienda de autoservicio. Posteriormente, le solicitaron otros 5 mil pesos y, al notar su duda, le hicieron creer que tenían secuestrado a un amigo suyo, conocido como “Pollo”.
Mediante la llamada, incluso escuchó una voz parecida a la de su conocido, lo que lo llevó a depositar en dos ocasiones de 5 mil y 2 mil pesos, o sea, un total de 9 mil pesos entregados a los delincuentes.
Tras contarle lo ocurrido a su hermano, avisó a la Policía Municipal, que localizó tanto a Santiago como a su amigo, quienes jugaban fútbol en el Instituto Tecnológico de Tizimín (ITT). Una vez confirmado que todo se trató de una extorsión, se le indicó al afectado acudir a la Fiscalía General del Estado para interponer la denuncia correspondiente.
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El segundo caso fue protagonizado por Margarito Che Caamal, de 65 años, quien acudió al cuartel Morelos para solicitar ayuda luego de recibir una llamada del número 986 198 0816. En ella, sujetos afirmaban tener secuestrada a su hija y le exigían depositar 5 mil pesos en una sucursal de cadena de tiendas en la salida a Mérida.
El hombre, alterado al escuchar mediante la llamada la supuesta voz de su hija pidiendo auxilio, buscó apoyo de la policía. Los agentes lo orientaron y de inmediato lo trasladaron en una patrulla a la tortillería donde labora la joven, a quien encontraron sana y salva.
Che Caamal recuperó la calma al ver a su hija, evitando así ser víctima del fraude. Las autoridades le recomendaron no contestar números desconocidos y bloquearlos para prevenir este tipo de delitos cibernéticos o virtuales.
Ambos casos fueron atendidos por la Policía Municipal, que reiteró el llamado a la población para mantenerse alerta ante este tipo de extorsiones telefónicas.