
Minutos después de las 10 de la mañana, dio inicio el viacrucis viviente en el barrio de Santa Ana, una de las representaciones más esperadas y concurridas de la Semana Santa en la ciudad. Decenas de campechanos y vecinos del tradicional barrio acudieron a las inmediaciones de la Iglesia de Santa Ana, considerada como el escenario de la representación más importante de la ciudad.
Desde tempranas horas, los participantes comenzaron a reunirse para preparar cada detalle de la escenificación que revive la pasión y muerte de Jesucristo. Minutos antes del inicio, los feligreses que integran el elenco afinaban los últimos detalles de su vestuario y posiciones, listos para acompañar al Salvador en lo que simboliza su último recorrido entre los hombres.
La representación, que año con año congrega a creyentes, curiosos y turistas, es organizada por grupos de feligreses católicos que colaboran activamente con la Iglesia de Santa Ana durante todo el año. La procesión se extendió por varias calles del barrio, mientras los asistentes seguían en silencio y con respeto cada una de las estaciones del viacrucis, reviviendo los momentos más intensos de la fe cristiana.
Este evento no solo reafirma las tradiciones religiosas de los campechanos, sino que también se ha consolidado como una manifestación de identidad y devoción que, año con año, gana mayor relevancia dentro y fuera de la comunidad.
JY