
Lluvia constante se registró desde la noche hasta la mañana de este jueves, tras el paso del huracán Erick por la Península de Yucatán, mientras se dirigía a las costas del estado de Oaxaca. Esto obligó a suspender clases en las escuelas de la ciudad, donde también hubo encharcamientos en varias calles y las personas se vieron obligadas a sacar sus impermeables y paraguas para cubrirse de las precipitaciones pluviales al salir de sus casas.
Aunque la lluvia no cayó de sorpresa, ya que desde temprana hora del miércoles el cielo amaneció nublado y todo indicaba que llovería en cualquier momento. La precipitación pluvial inició en la tarde-noche de ese mismo día y se mantuvo durante toda la madrugada y la mañana del jueves.

Las autoridades educativas decidieron suspender clases para evitar que los alumnos se mojaran y pudieran enfermarse. No así los comercios, que abrieron sus puertas con normalidad, recibiendo a clientes que acudieron a comprar protegidos con paraguas e impermeables.
Esta lluvia, que duró más de ocho horas, no causó inundaciones ni estragos en la población. Lo único visible fueron calles encharcadas, y el dren natural que atraviesa la ciudad no presentó aumento en su nivel, por lo que los habitantes cercanos no percibieron riesgo alguno.

Durante un recorrido en el mercado público municipal José del Carmen González Salazar, ubicado en la colonia Centro, se comprobó que, a pesar de la lluvia, los clientes acudieron a realizar sus compras y no hubo afectaciones para los comerciantes.

Incluso, algunos locatarios mencionaron que la lluvia los benefició, ya que los clientes acudieron al centro de abasto para abastecerse en caso de que las precipitaciones aumentaran su intensidad. Todo indica que, a más tardar al mediodía del jueves, la situación se normalizaría, y hasta el momento no se reportaron mayores problemas en el municipio por el paso del meteoro.
JGH