El gusano barrenador ha invadido casi toda la Península de Atasta. Mientras esto ocurre, el cierre de la frontera con Estados Unidos por el brote de Cochliomyia hominivorax amenaza con un desplome en los precios del becerro, un aumento en el costo de medicamentos para tratar esta enfermedad en el ganado y un incremento en los costos de producción, todo ello sin apoyo gubernamental, denunció Rosario Baqueiro Acosta.
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Productores de Atasta enfrentan una de las peores sequías en años; acusan falta de apoyo estatal
El incremento de casos ha generado alarma entre los productores ganaderos, y el médico veterinario zootecnista advirtió que la situación representa un golpe mayúsculo para el sector, especialmente porque se desconoce si se han iniciado medidas, como la dispersión de moscas estériles para frenar la propagación de este insecto que deposita sus larvas en heridas de los animales.
Baqueiro señaló que el cierre de la frontera estadounidense representa un duro golpe para las regiones productoras. Aunque el precio del becerro se ha mantenido estable, se espera un declive que podría llevar a la quiebra a muchos ganaderos.
“El precio actual es de 65 pesos por becerro, 60 pesos por hembra de 200 a 250 kg, y hasta 69 pesos para una becerra de 290 kg. Con el cierre de la frontera, los intermediarios deberán bajar los precios, lo que podría reducir hasta 10 pesos el kilo de becerro en pie”, explicó.
Además del impacto comercial, el brote del gusano barrenador ha encarecido el mantenimiento del ganado. Los productores deben comprar productos especializados, como Negazone, que cuesta más de 300 pesos por unidad y solo alcanza para cinco curaciones. “Debemos asignar personal solo para vigilar partos y curar heridas, porque cualquier descuido puede propagar la plaga”, afirmó Baqueiro.
El especialista lamentó la ausencia de apoyo gubernamental. “No hay presencia de autoridades sanitarias ni recursos para enfrentar la emergencia, lo que deja la carga totalmente en los productores”, denunció. Señaló que para frenar el avance del gusano barrenador, se necesitan medidas urgentes, pues los ganaderos están desamparados.
En San Antonio Cárdenas, Emiliano Zapata y Atasta Pueblo, la situación se agrava cada día, y aunque se desconoce la presencia en Puerto Rico y Nuevo Campechito, se teme que la plaga ya se haya extendido. La liberación de moscas estériles es una solución que debe reforzarse, concluyó. “El campo ya era difícil, y sin controles sanitarios ni apoyo, el panorama es desalentador”.
