
Los productores de la Península de Atasta alertaron que el campo atraviesa una de sus etapas más críticas debido a la prolongada sequía, que ha generado escasez de alimentos para el ganado y la falta de oxigenación en los estanques acuícolas. La situación se agrava por la ausencia de apoyos y estrategias concretas por parte del gobierno estatal, según Rosario Baqueiro Acosta, productor ganadero y pecuario de la región.
Según detalló, ganaderos, agricultores y acuicultores han externado la situación desde hace meses a la Secretaría de Desarrollo Agropecuario, y aunque todos estaban conscientes de que la sequía sería peor que en 2024, no se implementaron medidas preventivas. El año pasado ya tenían respaldo para estas fechas, pero en esta ocasión no ha habido respuestas.
“Estamos en época crítica. El pasto está seco, no hay agua, y muchas vacas ya comienzan a desplomarse por falta de alimento. A esto se suma una crisis en los estanques acuícolas, donde se reporta la muerte de entre 100 y 200 mojarras al día por falta de oxígeno, ya que no todos los productores cuentan con sistemas de aireación”, comentó.
La Asociación Ganadera Local de Atasta, a la que pertenece Baqueiro, está integrada por 80 socios activos, aunque sumando a los productores no afiliados, la Península de Atasta alberga alrededor de ocho mil cabezas de ganado. A pesar de ello, aún no han recibido fechas ni información oficial sobre la entrega de melaza o silo por parte de la Secretaría de Desarrollo Agropecuario.

“El año pasado ya teníamos respuesta para estas fechas. Hoy, ni siquiera hay señales”, reprochó Baqueiro.
El productor insistió en que la falta de organización y respuesta del gobierno estatal pone en riesgo la supervivencia de miles de animales y de cientos de familias que dependen de la ganadería, acuacultura y agricultura.

“El campo está abandonado. No sabemos qué está pasando con las autoridades, pero no han aparecido por la zona”, lamentó.
De continuar la omisión institucional, la temporada 2025 podría ser aún más severa que la sequía del año anterior, impactando aún más la frágil economía rural de la región, que desde hace más de un mes ha registrado pérdidas en el tamaño del ganado, así como mortandad en los estanques acuícolas y en los jagüeyes, los cuales se han secado en un 50 por ciento debido al aumento de temperaturas y la falta de lluvias.
JGH