Además del caso de gusano barrenador en un perro en la colonia Emiliano Zapata, el médico veterinario Rosario Baqueiro Acosta indica que en la última semana ha atendido otros dos en su consultorio y una de las mascotas pudo recuperarse.
Acerca del perro detectado este martes, tenía lesiones en cuello y pata de gran magnitud, lo que a decir del entrevistado significa un descontrol de la alerta sanitaria.
Tras el caso difundido por medios de comunicación y sin una versión oficial de las autoridades, Baqueiro Acosta advirtió de que la presencia del gusano barrenador en la Península de Atasta crece a pasos agigantados y que estos nuevos casos que él pudo confirmar evidencian que la población tiene mascotas sin saber de qué se trata esta enfermedad.
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“Acabo de atender un perro con gusano barrenador. La mosca sigue suelta. He visto ya dos casos en mi clínica”, señaló el especialista.
Uno de ellos se presentó en un perro de Atasta, mascota propiedad de una persona de nombre Juan May. El animal fue hallado con lesiones severas causadas por el gusano en el cuello y una de las patas, producto de una herida provocada por el uso de un collar apretado. Las lesiones alcanzaron los 12 centímetros en la pata y 10 en el cuello, detalló Baqueiro.
“Lo limpiamos, sacamos gusanos y le aplicamos medicamento. Con dos curaciones más debe recuperarse”, explicó.
Luego dijo que el segundo caso fue registrado días antes, en Nuevo Progreso, ahí otro perro presentó una herida en el cuello, pero gracias a la atención temprana logró recuperarse en tres días.
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Sin embargo, el veterinario fue enfático al explicar que la atención tardía puede ser fatal, y es que si el animal tarda entre cinco o seis días sin atención médica es probable que el daño sea mortal. “En el caso de los perros, si tardaban dos o tres días más el gusano le habrá comido el esófago y la tráquea”, apuntó.
Baqueiro Acosta recordó que todas las especies están en riesgo, sean vacas, caballos, borregos y perros, incluso humanos con heridas abiertas, ya que la mosca portadora no distingue. “Donde haya una herida pone sus huevos”, señaló.
Lamentó que las autoridades no estén dispersando moscas estériles como medida de control, lo que ha permitido que la plaga continúe expandiéndose sin freno.
