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Polvo de Estrellas

Gabriel Zapata BelloLa primera carrera de resistencia en Yucatán

El 1º de febrero de 1928 el gobernador Álvaro Torre Díaz cumplía el segundo aniversario de su toma de posesión y por tal motivo se celebraron suntuosas fiestas con un programa diverso que incluyo desde la inauguración de obras de infraestructura y vivienda, hasta eventos sociales y musicales. Sin embargo, el de mayor importancia fue la inauguración de una obra magna, la carretera Mérida-Progreso.

El primer número, previo a la inauguración de la carretera, fue una carrera de resistencia Progreso-Mérida que saldría a las cinco de la mañana del parque principal del puerto y que recorrería 36 km sobre dicha carretera hasta llegar a la meta, que se ubicó en la glorieta “San Fernando”, lugar donde iniciaba esa vía en la capital yucateca.

Cuatro corredores tomaron parte en esa competencia de fondo, primera de su tipo en Yucatán: Tiburcio García , Guillermo Ramírez, Julián Aguilar y José Ramírez, todos ellos soldados del 32 batallón. Dos minutos después de las cinco de la mañana salieron los corredores, vestidos a la usanza deportiva de entonces con pantaloncillos cortos bombachos y con tenis deportivos que aparentemente eran marca Keds o quizás de una más barata, los Goodrich, que se usaban para cualquier deporte en ese entonces.

Los cuatro competidores llevaron durante el trayecto un paso de precisión militar y no lo dudamos porque detrás de ellos iba un automóvil comisionado para auxiliarlos, aunque más bien para asegurarse de que llegaran a la meta, donde los esperaban las autoridades militares y civiles del Estado, así como el General Berlanga, representante presidencial para los festejos. A las siete con cuarenta minutos llegaron a la línea de meta donde iniciaba la carretera Tiburcio García y Guillermo Ramírez, que marcaron un tiempo de 2 horas 38 minutos; el jurado determinó que ambos llegaron al mismo tiempo. José Ramírez llegó a las siete y cincuenta y cinco minutos y ocupó el segundo lugar; Julián Aguilar, que venía notablemente atrasado, entró a la meta en tercero.

Dos horas más tarde, durante la inauguración del reparto “José Dolores Patrón”, se entregaron los premios a los vencedores, un Azteca a los dos primeros lugares y dos “Hidalgos”, al segundo y tercero. El Dr. Torre Díaz de manera especial les entregó un centenario de oro para que repartieran en partes iguales los cuatro fondistas.

Tres años después se llevaría a cabo otra carrera de largo aliento en nuestro medio, el 26 de julio de 1931, organizada por el Comité Impulsor del Deporte, un grupo de entusiastas promotores del rumbo de Santa Ana que gustaban de fomentar la activación física a pie, en bicicletas o a patines. En dicho evento de 36 km por la misma vía, salió de Mérida hacia Progreso a las cinco de la mañana un grupo de treinta y dos jóvenes meridanos; los primeros corredores llegaron a la meta pocos minutos antes de las ocho de la mañana. Los últimos arribaron a las nueve y media y varios de plano desertaron. El Comité Impulsor y el Ayuntamiento de Progreso premiaron a los ganadores: Humberto Espinosa, el primer lugar, recibió veinticinco pesos plata y Ramiro Vázquez, el segundo, veinte pesos.

Esos fueron los inicios del fondo yucateco, un deporte que se practica mucho en la actualidad y que empezó a organizar en nuestro medio los Maratones de Mérida y de la Marina a mediados de los años ochenta. Actualmente también se realizan medios maratones e incluso el ultramaratón. El conocido y entusiasta corredor Leonel Macías Sánchez, en la Semana Santa de 1990, estableció el récord yucateco de ultramaratón de 160 km al registrar un tiempo de 15 horas 17 minutos 44 segundos, que fue avalado por la Federación Mexicana de Atletismo.

1 Diario de Yucatán, Las suntuosas fiestas con que ayer se celebró el 2º aniversario de la exaltación del Dr. Álvaro Torre Díaz al Gobierno del Estado, 2 de febrero de 1928, p. 1.2 Ibídem, p. 7.3 Ibídem, p. 6.4 Diario de Yucatán, El Diario en el Puerto. Las carreras a pie, en patines y en bicicleta, 27 de julio de 1931, p. 6.

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