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Piloto sobrevive milagrosamente a violento accidente a 378 km/h en las 500 Millas de Indianápolis

El monoplaza de Andretti Global hizo un trompo, impactó contra la barrera, voló varios metros y aterrizó de cabeza; el piloto continuará con auto de respaldo.
El piloto salió ileso
El piloto salió ileso

La IndyCar Series vivió este sábado uno de esos momentos que recuerdan por qué el automovilismo sigue siendo uno de los deportes más peligrosos del mundo. Durante la primera vuelta de la clasificación para las históricas 500 Millas de Indianápolis, el piloto estadounidense Colton Herta protagonizó un escalofriante accidente que paralizó a todos los presentes en el legendario óvalo.

Lo que comenzó como una jornada prometedora para el joven piloto de Andretti Global se transformó en segundos en una pesadilla. Mientras Herta completaba su primera vuelta lanzada a la impresionante velocidad de 378 km/h, su monoplaza perdió repentinamente la estabilidad, iniciando una secuencia de eventos que podría haber terminado en tragedia: un trompo incontrolable, un violento impacto contra la barrera de protección y, lo más impactante, el coche saliendo literalmente volando varios metros por el aire antes de aterrizar de cabeza sobre el asfalto.

La imagen del auto de Herta volteado, con piezas desperdigadas por toda la pista, generó momentos de extrema tensión entre los espectadores, equipos y comentaristas que presenciaban la clasificación. Sin embargo, contra todo pronóstico y demostrando la efectividad de los modernos sistemas de seguridad, el piloto de 25 años salió ileso del aparatoso accidente.

"Se ven más aterradores de lo que se sienten"

Lo más sorprendente de este dramático episodio fue la actitud de Herta tras el impacto. Lejos de mostrar conmoción o trauma, el joven piloto estadounidense se mostró visiblemente más preocupado por el estado de su vehículo que por su propia integridad física.

"Estoy bien, afortunadamente estos choques se ven más aterradores de lo que se sienten, aunque no son agradables", declaró Herta con una serenidad que contrastaba con la magnitud del accidente que acababa de experimentar. "El equipo estará trabajando a tope para preparar el coche de reserva. Es un día terrible para nosotros", añadió, dejando claro que su mente ya estaba en cómo recuperarse deportivamente del contratiempo.

La rapidez con la que los pilotos modernos asimilan y procesan estos incidentes evidencia no solo su preparación mental, sino también la confianza que tienen en los avanzados sistemas de seguridad que los protegen, resultado de décadas de evolución en la seguridad del automovilismo.

Lo que hace aún más desconcertante este incidente es que se produjo sin señales de alerta. Según explicó el propio Herta: "Estábamos muy contentos con el coche esta mañana, pero salió muy suelto. No pudimos ni completar la primera vuelta. Esto apesta, pero estoy bien y seguiremos adelante".

Los ingenieros de Andretti Global están analizando exhaustivamente las causas del accidente, aunque los datos preliminares sugieren que una configuración aerodinámica inestable pudo haber sido el factor desencadenante. En Indianápolis, donde las velocidades superan fácilmente los 350 km/h, cualquier mínima imperfección en la aerodinámica puede transformarse en un problema catastrófico en cuestión de milisegundos.

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