Lo que debió ser una fiesta de apertura de los cuartos de final de la Liguilla mexicana terminó con imágenes preocupantes cuando incidentes violentos entre aficionados de Pachuca y personal de seguridad del estadio empañaron el empate sin goles entre Tuzos y Águilas en el Estadio Hidalgo. Un encuentro que transcurría sin mayores sobresaltos en las gradas terminó con confrontaciones que dejaron varios heridos, opacando los 90 minutos de un duelo que, si bien careció de goles, no estuvo exento de momentos de tensión en el campo de juego.
El partido, correspondiente a la ida de los cuartos de final, dejó todo por definirse para el encuentro de vuelta en el Estadio Azteca, donde el América tendrá la ventaja de la localía y de la posición en la tabla, pues le basta un nuevo empate sin goles para avanzar a semifinales.
El encuentro entre Pachuca y América, dos equipos que habitualmente garantizan espectáculo cuando se enfrentan, tardó en encontrar su ritmo. El largo receso entre la conclusión de la fase regular y el inicio de esta Liguilla pasó factura a ambos conjuntos, que mostraron cierta oxidación en los primeros compases.
La buena noticia para los visitantes fue el regreso de su capitán Henry Martín, quien después de casi dos meses de ausencia por problemas en el tendón de Aquiles, volvió a la titularidad. Aunque el yucateco evidenció falta de ritmo, su sola presencia dio otra dimensión al ataque americanista.
Por su parte, Guillermo Almada, quien dirigirá su última Liguilla con los Tuzos independientemente del resultado, apostó por su habitual mezcla de experiencia y juventud, con Salomón Rondón y Oussama Idrissi como referentes ofensivos, complementados por jóvenes valores como Elías Montiel, Juan Sigala y Alan Bautista.
La polémica que pudo cambiarlo todo
Tuvo que transcurrir casi media hora de juego para presenciar la primera aproximación de peligro, cuando un cabezazo del defensa brasileño Eduardo Bauermann exigió una gran intervención del portero Luis Ángel Malagón, quien se lanzó a ras de césped para evitar la apertura del marcador.
Poco después, al minuto 27, llegó la jugada más controvertida del encuentro. El guardameta local Carlos Moreno salió temerariamente de su portería y derribó con fuerza a Henry Martín, quien le había ganado la posición con un cabezazo. El árbitro Jesús Rafael López no dudó en mostrar la tarjeta roja al portero tuzo, pero tras la intervención del VAR, la expulsión fue anulada al detectarse una posición adelantada previa.
Esta decisión encendió los ánimos, particularmente los del técnico americanista André Jardine, quien protestó vehementemente y llegó incluso a hacer un gesto obsceno que el árbitro decidió no sancionar, aunque sí le mostró la tarjeta amarilla por sus reclamos.
Duelo de Guardametas y Defensas
El segundo tiempo elevó la intensidad del encuentro. Apenas cinco minutos después del descanso, el venezolano Salomón Rondón conectó un potente cabezazo que exigió otra gran intervención de Malagón. La respuesta americanista llegó con un disparo de Alejandro Zendejas que fue bien neutralizado por Moreno, aunque la jugada estaba invalidada por fuera de juego.
Consciente de su condición de local y de la necesidad de llevar ventaja al Azteca, Almada decidió incrementar su potencial ofensivo introduciendo al brasileño John Kennedy para acompañar a Rondón en el ataque, mientras que Alexei Domínguez entraba para aportar velocidad por las bandas.
La lluvia que comenzó a caer pasada la hora de juego aceleró aún más el ritmo del partido, con el césped mojado facilitando la circulación del balón. Jardine respondió a los cambios ofensivos de su rival con la entrada del uruguayo Rodrigo Aguirre en sustitución de un desaparecido Víctor Dávila.
La oportunidad más clara
El encuentro alcanzó su punto álgido cerca del minuto 70, cuando el América estuvo a centímetros de romper el cero. En una secuencia frenética, Kevin Álvarez remató primero y encontró la respuesta de Moreno; en el rebote, Erick Sánchez disparó y la defensa bloqueó nuevamente; finalmente, el "Búfalo" Aguirre conectó a bocajarro, pero una heroica intervención defensiva sobre la línea de gol evitó lo que parecía el inevitable 0-1.
Este lance marcó un punto de inflexión en el planteamiento de ambos estrategas. Almada introdujo al uruguayo Santiago Homenchenko para reforzar su mediocampo y frenar el creciente dominio americanista. Jardine, por su parte, buscó mayor control con el ingreso de Alan Cervantes en lugar de Henry Martín, liberando a Álvaro Fidalgo de labores defensivas.
Final de ajedrez táctico
En el tramo final, el partido se convirtió en un pulso estratégico. El América se adueñó de la posesión, mientras que los Tuzos fueron perdiendo profundidad ofensiva. Oussama Idrissi, una de las figuras del conjunto local, quedó desconectado del juego, incapaz de alimentar a sus referencias ofensivas.
Los movimientos finales de Almada, introduciendo a Alfonso González y Carlos Sánchez, neutralizaron cualquier intento de sorpresa americanista, sellando un empate que, si bien deja todo abierto, otorga una ligera ventaja al América de cara al partido decisivo en la capital.
Violencia en las gradas
La violencia en las gradas del Hidalgo entre aficionados de ambos equipos pone una nota preocupante a este inicio de Liguilla, se espera que las autoridades tomen las medidas pertinentes para garantizar que el fútbol, y no la violencia, sea el protagonista en los próximos encuentros.