La diplomacia mexicana alcanzó un momento emblemático durante la 51ª Cumbre del G-7 cuando la presidenta Claudia Sheinbaum protagonizó un encuentro bilateral memorable con el primer ministro canadiense Mark Carney en Kananaskis, Alberta, combinando negociaciones estratégicas con gestos culturales significativos.

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El encuentro oficial entre ambos mandatarios se desarrolló como parte de la intensa agenda diplomática que la jefa del Ejecutivo mexicano ha mantenido durante su primera participación como invitada especial en una cumbre multilateral de esta magnitud.
Durante la reunión bilateral, ambos líderes abordaron diversos temas orientados a fortalecer sectores estratégicos que beneficien mutuamente a México y Canadá, consolidando una relación bilateral que ha mostrado crecimiento sostenido en los últimos años.
Regalo simbólico de la cultura mexicana
El momento más significativo del encuentro ocurrió cuando Sheinbaum presentó un obsequio especial al primer ministro canadiense: un balón artesanal elaborado por pueblos originarios de México. Este gesto diplomático trasciende el protocolo tradicional para convertirse en un símbolo de la riqueza cultural mexicana.
"Vamos a tener el próximo año un Mundial compartido, le regalamos este balón por la amistad", expresó la presidenta al momento de entregar el presente, haciendo referencia directa al Mundial 2026 que organizarán conjuntamente México, Estados Unidos y Canadá.
Respuesta entusiasta del primer ministro
Mark Carney recibió el obsequio con evidente satisfacción, manifestando su apreciación tanto por el gesto como por el simbolismo del regalo artesanal: "Es un regalo maravilloso, México, Canadá y Estados Unidos estamos completamente alineados con su entusiasmo por este bello juego".