
Una profunda tristeza embarga a la comunidad digital tras la revelación del influencer Michael Armstrong, quien hizo público el fallecimiento de su bebé, ocurrido tres semanas antes del nacimiento esperado. Su historia, compartida con más de un millón de seguidores, ha generado conmoción por su crudeza y honestidad.
Según explicó en un video, su esposa Emma notó una mañana que el bebé había dejado de moverse. “Intuía que algo no andaba bien”, dijo Michael. Horas después, el ultrasonido confirmó lo impensable: ya no había latido fetal.
El nacimiento más doloroso: 37 horas de parto
Aunque el bebé ya había fallecido en el vientre, Emma tuvo que atravesar el parto completo. Fueron más de 37 horas de un proceso físico y emocionalmente desgastante. A pesar del dolor, el momento del alumbramiento dejó una huella inesperadamente tierna.
“Fue una dulce sorpresa conocer a nuestro precioso niño en medio del duelo”, expresó Armstrong, quien añadió que no sabían el sexo del bebé, ya que esperaban descubrirlo al momento de su nacimiento.

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En sus declaraciones, el creador explicó que, tras diversos exámenes, los médicos no lograron determinar qué salió mal. El ultrasonido, la placenta y el cuerpo del bebé no mostraron señales anómalas. “En un tercio de los casos no se encuentra causa. A veces, simplemente ocurre”, reflexionó.
La experiencia de la pareja ha abierto conversación entre otras familias que han vivido pérdidas similares y encuentran consuelo en la visibilidad que Armstrong ha dado al tema.