
Las autoridades de Alaska han intensificado los esfuerzos para recuperar los cuerpos de los 10 pasajeros fallecidos en el accidente aéreo de un avión turbohélice de Bering Air, considerado uno de los más letales en el estado en los últimos 25 años.
Búsqueda y hallazgo de la aeronave
El siniestro ocurrió el jueves por la tarde, cuando la aeronave Cessna Caravan desapareció de los radares durante un vuelo entre Unalakleet y Nome. Fue hallada al día siguiente, tras una búsqueda intensiva en condiciones extremas.
Entre los fallecidos se encuentran Rhone Baumgartner y Kameron Hartvigson, quienes viajaban a Unalakleet para reparar un sistema de recuperación de calor esencial para la planta de agua de la comunidad. El resto de las víctimas aún no ha sido identificado públicamente.
El vicepresidente de salud ambiental e ingeniería del Consorcio de Salud Tribal Nativo de Alaska, David Beveridge, lamentó la pérdida de los técnicos, destacando su labor en beneficio de la comunidad:
“Estos dos miembros de nuestro equipo perdieron sus vidas sirviendo a otros. Su pérdida se sentirá en toda Alaska.”
Condiciones climáticas adversas complican la recuperación
Los equipos de rescate trabajan en hielo marino inestable y fangoso, con el tiempo en su contra. Se espera una tormenta de nieve en la región en menos de 24 horas, lo que complica las operaciones de recuperación de cuerpos y restos de la aeronave.
El teniente Ben Endres, de la policía estatal de Alaska, explicó que el vuelo era una ruta regular programada.
La Guardia Costera informó que el avión sufrió una pérdida repentina de altitud y velocidad antes de estrellarse, según datos forenses de radar proporcionados por la Patrulla Aérea Civil de Estados Unidos.
Investigación en curso
El Servicio Meteorológico Nacional indicó que al momento del siniestro las condiciones climáticas eran adversas, con nieve ligera, niebla y una temperatura de -8.3 °C. La Guardia Costera y otras autoridades continúan investigando la causa exacta del accidente.
El impacto de esta tragedia ha conmocionado a la comunidad de Alaska, que lamenta la pérdida de 10 personas en lo que se considera uno de los desastres aéreos más trágicos en décadas.
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