
Este lunes 14 de abril, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, recibió en la Casa Blanca a su homólogo salvadoreño, Nayib Bukele, en una reunión que consolidó la colaboración bilateral en materia migratoria y de seguridad.
Ambos mandatarios elogiaron su "excelente relación", destacando la cooperación en la deportación de presuntos pandilleros a El Salvador, quienes son recluidos en el Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot).
Sin embargo, la reunión estuvo marcada por la controversia en torno a Kilmar Ábrego García, un salvadoreño residente legal en Maryland, deportado por error a El Salvador y actualmente detenido en el Cecot.
Aunque la Corte Suprema de Estados Unidos ordenó su retorno, la administración Trump se ha negado a facilitarlo, argumentando que los tribunales no tienen jurisdicción sobre la política exterior.

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Por su parte, Bukele afirmó que no tiene la autoridad para repatriar a Ábrego y lo calificó como "terrorista", a pesar de que no existen pruebas concluyentes en su contra.
Durante la reunión, Trump elogió las políticas de seguridad de Bukele y expresó su interés en ampliar la cooperación en la detención de migrantes en prisiones extranjeras, incluso insinuando la posibilidad de enviar ciudadanos estadounidenses condenados a cárceles como el Cecot, una propuesta que ha generado preocupación entre defensores de derechos humanos.
La alianza entre Trump y Bukele ha sido criticada por organizaciones internacionales que denuncian violaciones a los derechos humanos en el Cecot y la falta de debido proceso en las deportaciones.
A pesar de ello, ambos líderes reafirmaron su compromiso de continuar colaborando en materia de seguridad y migración.
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