Este miércoles 23 de abril, miles de fieles de todo el mundo se congregaron en la Basílica de San Pedro para dar el último adiós al Papa Francisco, fallecido el pasado lunes a los 88 años de edad.
Desde primeras horas del día, se formaron largas filas en los accesos al Vaticano, en espera de rendir homenaje al primer pontífice latinoamericano.
A las 11:00 horas locales, las puertas de la Basílica se abrieron oficialmente para permitir el acceso al público. Los asistentes pudieron detenerse brevemente frente al féretro, que fue colocado simbólicamente frente a la tumba de San Pedro, bajo el baldaquino de Bernini.
El espacio fue delimitado para mantener una distancia respetuosa entre el público y los restos del Papa.
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El féretro de Francisco fue trasladado en procesión desde la capilla de la Casa Santa Marta, pasando por la plaza de Santa Marta, la plaza de los Protomártires Romanos y el Arco de las Campanas, hasta ingresar por la puerta central de la Basílica Vaticana.
La procesión fue encabezada por cardenales presentes en Roma y cerrada por los asistentes personales más cercanos al pontífice.
El acceso público estará disponible hasta la medianoche de este miércoles, y se reanudará el jueves 24 de abril a las 7:00 h, permaneciendo abierto hasta el viernes a las 19:00 h, momento en el que se iniciará el rito de cierre del féretro como parte de las exequias finales.
El ambiente en el Vaticano ha sido descrito como solemne y profundamente emotivo, con fieles rezando, algunos entre lágrimas, frente al ataúd del Papa.
Su legado como líder espiritual cercano a los pobres y promotor de la paz ha sido recordado en múltiples lenguas y manifestaciones de afecto a lo largo del día.
El funeral oficial se celebrará el viernes 26 de abril en la Plaza de San Pedro, presidido por el decano del Colegio Cardenalicio, Giovanni Battista Re, según el protocolo dictado en el testamento del pontífice argentino.
IO
