En una declaración que ha generado sorpresa en la comunidad internacional, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, elogió públicamente al nuevo líder sirio, Ahmed al Sharaa, calificándolo como un “joven atractivo, tipo duro, con un pasado muy fuerte, un luchador”, luego de sostener una reunión de más de 30 minutos en Riad, en el marco de la cumbre del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG).
“Tuve una reunión muy buena con él”, expresó Trump a bordo del Air Force One tras aterrizar en Doha, su segunda escala en su gira por Medio Oriente.
El mandatario también indicó que conversó sobre Al Sharaa con el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, quien —según Trump— considera que el líder sirio “tiene una verdadera oportunidad de mantener unido al país”.
En una decisión inesperada, Trump anunció en un foro de inversiones en la capital saudí que, tras conversaciones con el príncipe heredero saudí, Estados Unidos levantará todas las sanciones económicas contra el nuevo gobierno de Damasco.
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El objetivo, aseguró, es “ayudar a estabilizar Siria” tras la caída del régimen de Bachar al Asad en diciembre pasado.
El ascenso de Al Sharaa ha sido meteórico: de ser calificado como terrorista por Estados Unidos, a consolidar una ofensiva militar con apoyo regional y proclamarse presidente de Siria.
Aunque Trump desestimó rumores sobre la construcción de una Torre Trump en Damasco, no descartó proyectos futuros si el país recupera la estabilidad.
El encuentro marca la primera reunión bilateral entre mandatarios estadounidenses y sirios en 25 años, y podría redefinir las relaciones geopolíticas en la región.
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