El conflicto entre Israel e Irán alcanzó un nuevo punto crítico este sábado, luego de que el Ejército israelí confirmara haber iniciado una ofensiva aérea contra objetivos militares en Teherán, al tiempo que trabajaba para interceptar la quinta oleada de misiles disparada desde la república islámica hacia su territorio.
A través de un comunicado, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) informaron: “Mientras el Ejército opera para interceptar los misiles lanzados desde Irán, las Fuerzas del Aire están atacando objetivos militares en Teherán”.
La declaración evidencia una nueva escalada en el enfrentamiento que ha encendido las alarmas de seguridad internacional.
En paralelo, las sirenas antiaéreas se activaron en Haifa, la tercera ciudad más grande de Israel y uno de sus principales centros industriales, donde se ubican refinerías de petróleo y centrales energéticas. También se reportaron alertas en otras localidades del norte del país, ante el inminente riesgo de impacto.
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Este nuevo intercambio bélico ocurre en el marco de una tensión creciente entre ambas naciones, con múltiples rondas de ataques en los últimos días.
La magnitud y frecuencia de las ofensivas preocupa a analistas internacionales por su potencial para extender el conflicto más allá del Medio Oriente.
Las autoridades israelíes han reiterado que las operaciones aéreas buscan neutralizar infraestructuras militares clave en territorio iraní, mientras refuerzan sus sistemas de defensa para proteger áreas estratégicas y zonas civiles.
Por su parte, Irán aún no ha emitido una respuesta oficial tras esta última ofensiva, aunque se anticipa que el gobierno de Teherán podría considerar nuevas acciones en represalia.
La comunidad internacional observa con creciente inquietud esta peligrosa escalada, que amenaza con desestabilizar aún más la región.
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