La tensión en Medio Oriente alcanzó un nuevo punto crítico luego de que Israel lanzara un ataque de gran escala contra objetivos en Irán durante la madrugada del viernes, intensificando su prolongado conflicto encubierto hasta transformarlo en un enfrentamiento abierto que amenaza con desatar una guerra regional. En medio de esta escalada bélica, un símbolo poco conocido en América Latina ha resurgido con fuerza: la bandera roja de la venganza de Qom.
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Según reportes oficiales, los bombardeos israelíes provocaron fuertes explosiones en Teherán y se dirigieron a instalaciones nucleares y militares clave. En los ataques murieron tres altos mandos militares iraníes:
- General Mohammad Bagheri, comandante general de las Fuerzas Armadas;
- General Hossein Salami, líder de la Guardia Revolucionaria;
- General Amir Ali Hajizadeh, jefe del programa de misiles balísticos.
Además, dos destacados científicos nucleares iraníes también perdieron la vida. Como respuesta, Irán lanzó más de 100 drones hacia territorio israelí, aunque la mayoría fueron interceptados, según reportes del Ejército de Israel, que afirmó que los operativos ofensivos aún continuaban hasta la tarde del viernes.
¿Qué representa la bandera roja izada en Qom?
Entre los elementos que más llamaron la atención durante esta jornada de creciente violencia está el izamiento de una bandera roja en la mezquita de Jamkaran, en la ciudad santa de Qom, un acto cargado de simbolismo en el islam chiíta.
En esta tradición religiosa, la bandera roja simboliza venganza, justicia y agravio pendiente, una señal directa de represalias inminentes. Su aparición es una advertencia solemne y emocional de que el país se prepara para responder con severidad a los ataques sufridos.
La bandera ya había sido izada anteriormente en momentos clave de confrontación para Irán. La primera vez fue el 4 de enero de 2020, tras el asesinato del general Qassem Soleimani, jefe de la Fuerza Quds, por parte de Estados Unidos en Irak. Más recientemente, el 31 de julio de 2024, la bandera fue elevada de nuevo tras el asesinato del líder de Hamás, Ismail Haniyeh, en Teherán, hecho que también se atribuyó a Israel.
Escalada sin precedentes
Este nuevo izamiento se interpreta como una clara señal de que Irán no dejará sin respuesta la muerte de sus líderes militares y científicos, marcando un giro en la política de contención que hasta ahora se había mantenido, al menos públicamente, con respecto a Israel.
La comunidad internacional observa con preocupación la posibilidad de que este conflicto abierto entre Israel e Irán derive en una guerra más amplia que arrastre a otros actores regionales, como Hezbollah, Hamás o incluso potencias como Estados Unidos y Rusia, ya involucradas indirectamente en el equilibrio de poder en la zona.
Un símbolo de advertencia se eleva en el corazón de Irán, mientras el mundo espera si la venganza se convertirá en guerra.
JGH
