Durante su participación en la Cumbre del G7 en Kananaskis, Canadá, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, declaró que la expulsión de Rusia del G8 en 2014 fue un error estratégico que, a su juicio, pudo haber evitado la guerra con Ucrania.
Sin embargo, aclaró que no está proponiendo el reingreso de Rusia al grupo, al menos por ahora.
En un encuentro con el primer ministro canadiense Mark Carney, Trump apuntó directamente al expresidente Barack Obama y al ex primer ministro canadiense Justin Trudeau por la decisión de excluir a Rusia.
“El G7 solía ser el G8. Obama y un tal Trudeau no querían que Rusia participara. Yo diría que fue un error, porque no habría una guerra ahora mismo si Rusia participara", expresó.
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Las declaraciones de Trump generan controversia, especialmente porque Rusia fue expulsada del grupo en 2014 tras la anexión ilegal de Crimea, cuando Trudeau aún no era primer ministro.
El G7 está compuesto únicamente por democracias consolidadas, mientras que Rusia y China son considerados regímenes autoritarios, lo que contradice los principios fundamentales del grupo.
Trump sugiere la inclusión de China en el G7
El mandatario también mencionó que vería con buenos ojos la incorporación de China al G7, argumentando que “no es una mala idea” y que valora que los líderes mundiales tengan canales abiertos de comunicación.
“Putin habla conmigo. No habla con nadie más. Se sintió insultado cuando fue expulsado del G8. Yo me sentiría igual”, declaró Trump.
Asimismo, reiteró que si él hubiese estado en la presidencia en 2022, la invasión rusa a Ucrania “no habría ocurrido”, destacando nuevamente su relación con Vladimir Putin y su visión de la diplomacia internacional.
Estas afirmaciones llegan en un contexto de alta tensión geopolítica y podrían influir en la dinámica interna del G7, un foro reservado para países con valores democráticos compartidos.
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