El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, reiteró que España no destinará más del 2.1% de su Producto Interno Bruto (PIB) al gasto en defensa, a pesar de las presiones del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y de las exigencias de la OTAN para incrementar ese porcentaje al 5 por ciento.
Durante una rueda de prensa tras la cumbre de la Alianza Atlántica celebrada en La Haya, Sánchez defendió que ese nivel de gasto es “suficiente, realista y sostenido” para que España cumpla “en tiempo y forma” con sus compromisos en materia de capacidades militares.
El mandatario español aseguró que la declaración final de la cumbre proporciona la flexibilidad necesaria para que cada país determine su propia hoja de ruta en el aumento del gasto militar. Incluso leyó un fragmento de la carta enviada por el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, que respalda esa interpretación.
“Quien quiera entenderlo, que lo entienda”, subrayó Sánchez, quien además defendió la soberanía de España para decidir su inversión en defensa y garantizó que el país seguirá siendo una pieza clave en la seguridad europea.
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El líder socialista aprovechó la ocasión para responder a las declaraciones de Trump, quien acusó a España de ser “el único país” que no paga lo que corresponde a la OTAN y amenazó con imponer un acuerdo comercial bilateral que “haga pagar el doble” a Madrid.
“España siempre es la solución, nunca es el problema”, replicó Sánchez, al tiempo que lamentó no haber tenido la oportunidad de intercambiar palabras o siquiera saludar al presidente estadounidense durante la cumbre, algo que atribuyó a una simple casualidad.
Sánchez criticó la actitud de Trump, quien mantiene negociaciones con Bruselas sobre nuevos aranceles que, según se especula, podrían dirigirse específicamente a productos europeos, y en particular a los españoles, como represalia por la negativa a elevar el gasto en defensa.
Pese a las tensiones, el presidente español calificó la cumbre como un “éxito” y destacó que ningún otro aliado reprochó públicamente a España su postura, ni siquiera el propio Trump, a quien acusó de politizar el debate sobre defensa.
Para Sánchez, el acuerdo alcanzado respeta tanto los intereses nacionales como la unidad de la OTAN, y marca el camino para que España continúe contribuyendo a la seguridad internacional sin sacrificar el bienestar social ni comprometer su política económica.
IO
