Estonia anunció el cierre de su espacio aéreo en la frontera con Rusia ante supuestas incursiones de drones de guerra vinculadas al conflicto entre Rusia y Ucrania, que este sábado alcanzó su día dos mil.
La medida busca reforzar el control aéreo y garantizar la seguridad nacional, especialmente frente a objetivos de baja altura difíciles de detectar.
El primer vuelo afectado fue la ruta Tartu-Helsinki, que fue cancelado, informó la cadena ERR.
El comandante de la Fuerza Aérea de Estonia, Riivo Valge, indicó que la restricción permitirá a los operadores detectar con mayor eficacia los drones que crucen hacia territorio estonio. Hasta el momento, no se ha precisado la duración del cierre.
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La preocupación por incursiones aéreas no se limita a Estonia. En días recientes, Polonia y Rumania también han reportado violaciones de su espacio aéreo por drones de guerra.
En Rumania, el Ministerio de Defensa informó que el pasado sábado 13 de septiembre, dos cazas F-16 interceptaron un dron que ingresó a territorio nacional durante un ataque a Ucrania.
El aparato fue rastreado hasta desaparecer del radar y, aunque no representó amenaza directa para la población, las autoridades desplegaron equipos para localizar posibles restos.
Rumania, miembro de la OTAN, ha registrado múltiples incidentes de drones desde que Rusia intensificó sus ataques contra Ucrania, especialmente en los puertos ucranianos.
Estas acciones reflejan la tensión regional creciente y la complejidad de la guerra en el este de Europa, donde las violaciones aéreas podrían escalar conflictos internacionales.
La OTAN y los países fronterizos mantienen vigilancia permanente ante la posibilidad de nuevos incidentes y reafirman su compromiso con la defensa colectiva y la soberanía territorial.
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