El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, lanzó nuevas acusaciones este sábado contra otro exdirector del FBI, Christopher Wray, asegurando que la agencia federal infiltró 274 agentes durante el asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021, a quienes señaló de actuar como “agitadores”.
“Recién se ha revelado que el FBI, en contra de todas las reglas, colocó en secreto a 274 agentes entre la multitud justo antes y durante la ‘farsa’ del 6 de enero.
Esto es diferente a lo que Christopher Wray declaró una y otra vez”, escribió Trump en su red social Truth Social.
El mandatario pidió conocer la identidad de esos supuestos agentes y su papel durante los hechos: “Muchos grandes patriotas pagaron un precio muy alto solo por amor a su país. Les debo esta investigación sobre ‘policías sucios y políticos corruptos’”, señaló.
Informe del Departamento de Justicia contradice la versión
El Departamento de Justicia rechazó en diciembre pasado esa teoría. El entonces inspector general Michael Horowitz publicó un informe en el que aseguró no haber encontrado evidencia de que el FBI colocara empleados encubiertos en la protesta ni en el Capitolio.
“No encontramos evidencia en los materiales revisados ni en los testimonios que sugirieran la participación de agentes infiltrados”, señaló el documento.
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Indultos y nuevos señalamientos
Al regresar a la Casa Blanca en enero, Trump indultó y conmutó las penas de todos los condenados por el asalto al Capitolio, que ocurrió después de confirmarse su derrota electoral frente a Joe Biden en 2021.
Días antes de sus declaraciones contra Wray, el mandatario también había apuntado al exdirector del FBI James Comey, acusado de mentir en el Congreso en 2020.
“Son dos seguidos, Comey y Wray, los que fueron sorprendidos mintiendo, con el destino de nuestro gran país en juego. ¡No podemos permitir que esto vuelva a suceder en Estados Unidos!”, escribió Trump.
Un tema que sigue polarizando
Las nuevas acusaciones se suman a la larga lista de teorías que buscan explicar los hechos del 6 de enero de 2021, uno de los momentos más tensos de la historia política reciente de Estados Unidos.
Aunque informes oficiales han desmentido la infiltración de agentes del FBI, Trump insiste en señalar a exfuncionarios de su propia administración como responsables de ocultar información.
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