El Gobierno de México inició conversaciones estratégicas con directivos de automotrices internacionales con plantas en el país, con el objetivo de que estas empresas cumplan con las reglas de origen del T-MEC y así eviten los nuevos aranceles automotrices impuestos por Estados Unidos.
La presidenta Claudia Sheinbaum reveló que ha sostenido contacto directo con los gerentes generales de Mercedes-Benz, BMW y Volkswagen, quienes —según dijo— ya han mostrado disposición para adecuar sus operaciones a las condiciones del tratado comercial entre México, Estados Unidos y Canadá.
“Estas empresas están exportando fuera del T-MEC. El objetivo es que lo hagan dentro del acuerdo, lo cual evitaría aranceles y daría mayor certeza a la industria”, explicó Sheinbaum durante su conferencia matutina.
Aunque el presidente Donald Trump anunció que los productos dentro del T-MEC están exentos de aranceles, los bienes que no cumplen con las reglas de origen continúan sujetos a un gravamen del 25%, lo que representa un riesgo para vehículos armados en México con componentes de fuera de América del Norte.
Noticia Destacada
Ebrard subraya que México mantiene trato preferencial con EU, pero aún se busca blindar acero y sector automotriz
Las autopartes mexicanas y canadienses se mantienen exentas siempre que se exporten de forma individual, lo que abre una ventana de oportunidad para aumentar el contenido regional de los automóviles fabricados en México.
De acuerdo con Sheinbaum, si las marcas internacionales utilizan más autopartes norteamericanas o reubican líneas de producción al país, podrían beneficiarse plenamente del tratado. Por ello, el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, mantiene un diálogo activo con todas las automotrices con operaciones en el país.
La presidenta destacó que, incluso en un escenario adverso, la proximidad geográfica con EE.UU. otorga a México una ventaja competitiva clave. “Aún en el peor de los casos, nuestra integración nos permite aspirar a condiciones preferenciales”, señaló.
La industria automotriz es un pilar de la economía mexicana, representando casi un 4% del PIB nacional y el 20.5% del PIB manufacturero, con cerca de tres millones de vehículos exportados a Estados Unidos cada año, según datos de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA).
