En el marco del "Plan de Justicia en la Sierra Tarahumara", la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, y la secretaria de Bienestar, Ariadna Montiel Reyes, encabezaron este evento significativo para las comunidades indígenas de la región.
Durante su discurso, Montiel destacó la importancia de reconocer y reparar los agravios históricos cometidos contra los pueblos originarios, enfatizando la necesidad de construir comunidad y priorizar a quienes han sido olvidados.
Montiel anunció que, por instrucción presidencial, el 10 por ciento del Fondo de Aportaciones para la Infraestructura Social se destinará directamente a pueblos y comunidades indígenas, sumando un total de 12 mil 374 millones de pesos distribuidos en 20 mil comunidades indígenas y afromexicanas en todo el país.
En cada comunidad, se realizarán asambleas para decidir el destino de los recursos, integrando comités de administración y vigilancia con la participación activa de mujeres en la tesorería, promoviendo así la equidad de género y la transparencia en la gestión de los fondos.
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Claudia Sheinbaum entrega tierras a pueblos originarios en la Sierra Tarahumara como parte del Plan de Justicia: EN VIVO
En el contexto del Plan de Justicia para la Sierra Tarahumara, que abarca a los pueblos tepehuano y rarámuri, se asignaron 354 millones de pesos del fondo mencionado para infraestructura social básica.
Específicamente, en la comunidad de Baborigame, se invertirán 10 millones de pesos en obras prioritarias como drenaje, agua potable y mejoramiento de viviendas, determinadas según las necesidades de la comunidad.
La presidenta Sheinbaum, en su segunda visita a la Sierra Tarahumara en menos de siete meses de gobierno, reafirmó su compromiso con la transformación y la búsqueda de justicia para los pueblos indígenas.
La reciente reforma constitucional que reconoce a los pueblos indígenas como sujetos de derecho se materializa con acciones concretas, como la inversión anunciada, evidenciando el interés del gobierno en trabajar por los pueblos originarios.
Este evento representa un paso significativo hacia la justicia social y el reconocimiento de los derechos de las comunidades indígenas, promoviendo la inclusión, la equidad y el desarrollo sostenible en la Sierra Tarahumara.
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