A menos de quince días de la inédita elección judicial en México, programada para el 1 de junio de 2025, diversos actores políticos y sociales han manifestado su rechazo al proceso, calificándolo de antidemocrático y convocando a un boicot nacional.
El expresidente Vicente Fox expresó en su cuenta de X que participar en estos comicios sería "legitimar una farsa", argumentando que los jueces no deben hacer campaña ni deber favores, y que esta elección representa un "control absoluto" que amenaza el Estado de Derecho.
Por su parte, el empresario Ricardo Salinas Pliego también llamó a la ciudadanía a no votar, calificando la elección como una "farsa" y convocando a un boicot para evitar que el Poder Judicial caiga en manos de intereses políticos.
Organizaciones de la sociedad civil han convocado a una marcha nacional denominada "Domingo Negro", que se llevará a cabo el mismo día de la elección, partiendo del Ángel de la Independencia en la Ciudad de México a las 11:00 horas, y replicándose en otras ciudades como Guadalajara, Monterrey y Puebla.
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La elección del 1 de junio forma parte de la reforma judicial aprobada en septiembre de 2024, que establece la elección popular de 881 cargos judiciales, incluyendo ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, magistrados y jueces de distrito.
El Instituto Nacional Electoral (INE) ha informado que el proceso electoral se llevará a cabo conforme a lo establecido, y ha iniciado la recolección del voto anticipado para personas con limitaciones físicas y sus cuidadores primarios.
Mientras tanto, el debate sobre la legitimidad y las implicaciones de esta reforma continúa, con sectores de la sociedad cuestionando su impacto en la independencia judicial y la democracia en el país.
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