
Durante la conferencia mañanera encabezada por la presidenta Claudia Sheinbaum, Diego Prieto, director del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), presentó los avances significativos en la recuperación de bienes culturales que habían sido sustraídos ilegalmente del país.
Esta actividad se ha convertido en una prioridad para el gobierno mexicano, cuyo objetivo es frenar el tráfico ilícito de piezas arqueológicas y devolverlas a su lugar de origen, fortaleciendo la identidad cultural y la memoria histórica de las comunidades.
Recuperación de bienes culturales: un esfuerzo continuo
Prieto destacó que, desde el inicio del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, México ha logrado recuperar un total de 14 mil 162 piezas arqueológicas e históricas.
Además, durante la administración de la presidenta Claudia Sheinbaum, en solo ocho meses, se han recuperado dos mil 82 bienes más, consolidando el esfuerzo del país por proteger su patrimonio cultural.
Cooperación internacional para frenar el tráfico de bienes culturales
La recuperación de piezas no solo se limita a esfuerzos nacionales, sino que también se ha visto respaldada por la cooperación internacional.
México ha trabajado estrechamente con países como Estados Unidos, España e Italia. Desde 1970, el acuerdo con Estados Unidos ha sido crucial, mientras que la colaboración con Italia y el esfuerzo de la Carabinieri de Italia ha permitido la recuperación de 840 piezas desde 2019.
Impacto cultural y educativo
Cada pieza recuperada tiene un valor histórico y simbólico que va más allá de su aspecto material. Por ejemplo, la repatriación de una pieza olmeca de más de 2,500 años de antigüedad, que fue entregada por el Museo Nacional de Arte Mexicano en Chicago, es un testimonio de la importancia que México le otorga a la preservación de su patrimonio.
Estas piezas permiten a las futuras generaciones conocer y valorar las civilizaciones antiguas que florecieron en el territorio nacional.
Un esfuerzo por la soberanía cultural
El gobierno mexicano sigue luchando contra el tráfico ilícito de bienes culturales, reafirmando su compromiso con la soberanía nacional y la dignidad cultural.
La colaboración con naciones aliadas no solo ha permitido la repatriación de estas piezas, sino también el fortalecimiento de la identidad y orgullo de los pueblos mexicanos.
Este proceso de recuperación continuará siendo una prioridad para el INAH y el gobierno mexicano, reafirmando la importancia de proteger el legado cultural que define a México.
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