Desde San Pablo del Monte, Tlaxcala, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, encabezó este sábado 14 de junio la presentación del programa FAISPIAM (Fondo de Infraestructura para los Pueblos Indígenas y Afromexicanos), y proclamó un hito histórico: por primera vez en la historia del México independiente, los pueblos originarios y afromexicanos reciben presupuesto directo desde el gobierno federal, y ahora deciden libremente cómo invertir esos recursos conforme a sus usos y costumbres.
La mandataria recordó que esta transformación se debe a la reforma constitucional impulsada durante el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, la cual reconoció a las comunidades indígenas y afromexicanas como sujetos de derecho público con personalidad jurídica y patrimonio propio.
Subrayó que, hasta antes de esta reforma, estos pueblos no podían ni siquiera presentar controversias ante la Suprema Corte como entidades con plenos derechos.
“Hoy ustedes deciden cómo usar ese dinero en asamblea. Lo administran con honestidad, eligen a sus tesoreras —que son mujeres—, y lo hacen con orgullo y dignidad. Esa es la revolución pacífica de la Cuarta Transformación”, afirmó Sheinbaum ante decenas de representantes comunitarios.
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En su mensaje, también destacó otro hecho trascendental: la elección por voto ciudadano del nuevo presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, el ministro Hugo Aguilar, de origen mixteco.
“Desde Benito Juárez, no habíamos tenido un presidente del Poder Judicial con raíces indígenas. Hoy, el pueblo eligió y eligió bien. Este nuevo Poder Judicial será verdaderamente un guardián de la justicia”, aseguró.
El programa FAISPIAM destinará 13 mil millones de pesos en 2025 directamente a pueblos y comunidades, bajo criterios de población, territorio y niveles de marginación.
La presidenta señaló que pocos países en el mundo tienen un modelo de asignación presupuestal basado en la autonomía comunitaria, y que México avanza hacia un sistema más justo, democrático y profundamente arraigado en su historia ancestral.
“Que vivan nuestras lenguas, que viva nuestra tierra y que vivan los pueblos indígenas de México”, concluyó Sheinbaum entre aplausos.
IO
